Cuando el 24 de septiembre de 1810 comenzaron las sesiones de Cortes de la Isla de León, solo había un diputado titular americano: Ramón Power y Giralt, diputado por la isla de Puerto Rico.
Nacido en San Juan el 27 de octubre de 1775, en 1792 ingresó en la Escuela de Guardias Marinas de Cádiz, participando en distintas batallas hasta que en 1801 pidió licencia para ocuparse de negocios familiares. A partir de 1809, conocida la invasión francesa de España, formó parte de la Junta Superior de Gobierno y, posteriormente, elegido diputado para las Cortes. En su labor como tal, presentó propuestas para el fomento de la agricultura, la potenciación de la industria y la supresión de tasas al comercio, para la creación de una Universidad, la construcción de hospitales, caminos y puertos. Formó parte de diferentes comisiones entre las que destaca la de Comercio y Marina, interviniendo en debates sobre Ultramar o la trata de esclavos. Mantuvo una dura polémica con el gobernador de Puerto Rico, al que acusó de reprimir conductas liberales y una espacial inquina contra él. Diputado prudente, al tiempo que eficaz y buen orador, era apreciado por sus compañeros, que lamentaron su muerte, el 10 de junio de 1813, contagiado por la epidemia de fiebre amarilla que asoló la ciudad.
En Cádiz quedan varios testimonios de su estancia en la ciudad. Vivió en la casa de la familia Gaona, en la calle Molino 49, en la actualidad Adolfo de Castro, donde en 2002 se colocó una placa.
Noventa años antes, en 1912, se colocó otra en la fachada de San Felipe Neri.
En 1920, en la estela del Centenario de las Cortes, se colocó un cuadro con su imagen en el actual Museo de las Cortes.
Y en 1985 se realizó un homenaje, en el que tuve el honor de participar, y se colocó un busto en la Alameda.
Hace varios años el Congreso de Puerto Rico solicitó se identificaran los restos de Power, petición que posteriormente reiteró el arzobispo de San Juan de Puerto Rico al obispo de Cádiz. Como los restos estaban en la cripta del Oratorio junto con los de otros diputados, un equipo de forenses de la Universidad de Cádiz, dirigido por Miguel Ángel Vizcaya, lograron identificar con toda fiabilidad los restos, que finalmente reposarán en la Catedral de San Juan de Puerto Rico en un mausoleo dedicado a los Padres de la Patria.
El traslado lo ha realizado el Cuerpo de Voluntarios Distinguidos de Cádiz, presidiendo el Vicario episcopal, con la coordinación de Enrique García Agulló.