sábado, 27 de febrero de 2021

Vinos de Jerez en Viena

En la Exposición Universal de Viena de 1873 hubo una buena representación de los vinos de Jerez.

La exposición de Viena forma parte de la serie de grandes exposiciones que comenzaron a celebrarse en el siglo XIX. Dedicada a "Cultura y Educación", se desarrolló entre del 1 de mayo y el 31 de octubre, participando 35 países y unos 26.000 expositores, alojados en diferentes edificios que se erigieron para esta exposición.

Cerca del pabellón de España se levantó una "tienda de vinos de Jerez", construida al estilo neomudéjar, para la degustación y adquisición de vinos de las casas González Byass y Morphy.

Más información en este artículo del amigo José Luis Jiménez.

martes, 23 de febrero de 2021

Solución para el nomenclátor

En los últimos tiempos estamos asistiendo a cierta polémica con los cambios de nombres de calles y plazas. 

No me refiero, por supuesto, a la desaparición de la nomenclatura franquista, a la que exaltaba y homenajeaba a golpistas y partidarios de la dictadura, cuyo cambio comparto, y no solo por la obligación de cumplir con la ley de la Memoria Histórica. 

Me refiero a cambios de nombres para homenajear a un reciente fallecido o a una institución, denominaciones nuevas que suponen la desaparición de nombres antiguos y tradicionales. Como ejemplo, podemos ver el reciente debate suscitado en Jerez con la propuesta de cambiar el nombre de plazas como la del Arroyo o del Progreso. 

También hubo debate, cuando se propuso que la gaditana plaza de la Cruz Verde se dedicara a Antonio Martín, debate que se solucionó con la doble denominación actual, plazuela de la Cruz Verde - Antonio Martín.

Siendo aceptable esa solución, me convence más la que encontré en la extremeña ciudad de Coria: 

Se mantiene el nombre tradicional, y se dedica la calle al personaje histórico que se quiere homenajear.


sábado, 20 de febrero de 2021

Federico Rubio y Gali recordado en la UCA

 

Muy interesante y documentada, la exposición sobre Federico Rubio y Gali, organizada por el Archivo de la Universidad de Cádiz y coordinada por Clemencia de la Cruz, responsable del Archivo y Francisco G. Conde, profesor de Salus Infirorum, y que se puede visitar en la Sala de los Libros, del edificio Andrés Segovia. La exposición muestra los rasgos más importantes y destacados del médico y político republicano nacido en El Puerto de Santa María en 1827.



Rubio es uno de mis personajes históricos favoritos, tanto por su trayectoria científica, como por su compromiso ideológico y social. Y de entre sus múltiples publicaciones -entre las que, naturalmente, destacan las médicas-, son muy recomendables la lectura de Mis maestros y mi educación y La mujer gaditana. Apuntes de economía social.



La exposición, que se clausura el próximo día 25, aunque la muestra virtual continuará en la web de la UCA, me reafirma en mi idea de que la universidad de Cádiz -que no se debe olvidar tiene su génesis en el Real Colegio de Cirugía instaurado en 1748- debe plantearse abrir su propio museo. Patrimonio histórico y documental hay de sobra. 

viernes, 19 de febrero de 2021

Squirrel´s con mascarilla

Este año, sin dudas por la pandemia, el calendario de la taberna Squirrel´s -que desde hace más de treinta años nos envía nuestro amigo y profesor de la Universidad de Oregón, Guy Wood, con la connivencia del tabernero más famoso de Oregón, Greg Little-, ha llegado un poco más tarde, eso sí, con mascarilla.





domingo, 14 de febrero de 2021

Cabalgata de Carnaval

 La cabalgata del Carnaval en Cádiz del año 1933, fue una de las mejores de la época, en opinión de algún cronista, con carrozas espectaculares, dentro del formato habitual en esos años, cuando la cabalgata, saliendo del parque Genovés, discurría por las calles del centro de la ciudad. 

Entre las carrozas, destacaron algunas realizadas por Antonio Accame por encargo municipal, entre las que es habitual recordar la de los "Servicios Eléctricos", por la bombilla que todavía se puede ver, adaptada a los tiempos y publicidad, en la calle Novena, donde la colocó el fundador de "La instaladora eléctrica", Ramón Domínguez Valero. 


También gustó mucho la encargada por la empresa de "Abastecimiento de Aguas", con una decorativa fuente en el centro.

La "Sociedad Española de Construcción Naval" presentó una original carabela.

También curiosa, la del "Centro del Ejército y Armada", que representaba una puerta de Toledo.


Y parece ser que fue muy elogiada la carroza que representaba a la República.



     

viernes, 12 de febrero de 2021

Chick Corea

 Leo en la prensa que ha muerto Chick Corea e, inmediatamente, he recordado el gran concierto al que asistí en 1984, en el antiguo teatro Pemán, en el parque Genovés. Una actuación extraordinaria en la que cantó Gayle Moran, mujer de Chick Corea, y en el que le acompañó, en algunos momentos, el gran Paco de Lucía. Fue memorable, uno de los mejores recuerdos musicales que tengo.

La foto la he encontrado en el blog Aroal.


miércoles, 10 de febrero de 2021

Hace sesenta años

Muy buenas, señores,
aquí se presentan
con nuevas canciones
estos payadores
de la raza azteca,
no somos matones
ni pegamos tiros
y de chicharrones
algunos se comen
lo menos seis kilos.
Me gusta esta tierra
porque es muy rechula,
no he visto ninguna
con mayor fortuna
de gracia y de sol,
por eso estos charros
de mentiriquilla
te cantan coplillas
llenos de ilusión.
Como le envidio a tu mar
y a tus olitas también
que acariciándote están,
siempre postradas a tus pies.
Ni Londres ni Pénjamo
ni Jalisco ni París,
viendo este bello rincón
de verdad que hay que morir.

Pasodoble de presentación de la comparsa "Pancho Albachi y sus Mamarrachi", del gran Paco Alba.


Era el año 1961 y es la primera agrupación que recuerdo haber visto en el teatro Falla. Ese mismo año, Lolita Sevilla se cayó de la carroza durante la cabalgata, cuando se puso a bailar "Los duros antiguos", también lo recuerdo. Hace sesenta años.

domingo, 7 de febrero de 2021

1921: desagravio por el Carnaval

El domingo 6 de febrero de 1921 comenzaron las fiesta de Carnaval en Cádiz, un carnaval, que estuvo acotado en sus dos primeros días, como ya hemos comentado en otra entrada del blog. Además, como había ocurrido en otras ocasiones, coincidiendo con los días de Carnaval se organizaron rezos de desagravio por la celebración carnavalesca. 

Conviene recordar que los actos religiosos de desagravio por el Carnaval son casi tan antiguos como la propia fiesta, ya que se remontan, al menos, a 1556, cuando comenzó en Macerata (Italia) lo que se denominó “Devoción de las Cuarenta Horas”, unas jornadas de liturgia con las que contrarrestar los desórdenes pecaminosos de las Carnestolendas. Esta devoción se divulgó por la geografía católica, y ya a mediados del siglo XVII, según Gerónimo de la Concepción, los Franciscanos Descalzos de Cádiz celebraban con singular devoción el jubileo de las Cuarenta Horas, cultos que fueron reforzados por Bula del 11 de mayo de 1779. 

Pese a que las fiestas de Carnaval fueron controladas por el poder político desde mediados del siglo XIX -en Cádiz ocurrió en 1862, con el ayuntamiento presidido por Juan Valverde y en 1884, cuando el alcalde Eduardo Genovés impuso el control de las agrupaciones-, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX los ataques de determinados círculos católicos arreciaron. 

En 1897 el obispo de Cádiz, Vicente Calvo y Varelo, denunciaba en una pastoral lo que consideraba un proceso de descristianización de la sociedad. Y unos años después su sucesor, José María Rancés, insistía en los actos de desagravio por El Carnaval, en sendas circulares emitidas en 1900 y 1902, en las que propugnaba por recuperar el “verdadero sentido” de las Carnestolendas, como un tiempo de preparación para la penitencia cuaresmal, línea que continuó Marcial López, que era el obispo de Cádiz cuando se organizaron los actos de desagravio en la iglesia de San Francisco en 1921:





viernes, 5 de febrero de 2021

Plaza de San Antonio

 Desconozco de dónde ha salido, ni quién es el autor, así que ruego me disculpe, pero merece la pena ver esta imagen nocturna de la plaza de San Antonio.



Nuevo libro sobre Carnaval

 

Sospecho que más de la mitad de los lectores no quedarán indiferentes. 

lunes, 1 de febrero de 2021

1921: un carnaval confinado

El 14 de enero de 1921 se publicó en la Gaceta de Madrid, una Real Orden, firmada por el entonces ministro de Gobernación, Gabino Bugallal que decía:

"Próxima la celebración anual de la festividad popular del Carnaval, y habiendo sido numerosas las quejas elevadas en otras ocasiones, unas respecto a la forma de su celebración en cuanto se refiere al sitio que se destina a este fin, que hace que interrumpa la vida normal de las poblaciones por la desorganización del tráfico rodado, del acarreo de mercancías y de la libre circulación de peatones, y otras veces basadas en los desmanes cometidos por las máscaras en la vía pública; estimando fundadas dichas quejas y siendo conveniente dar a la diversión de que se trata un carácter más en armonía con la vida moderna y con la forma en que se celebra en otras poblaciones del extranjero,
S.M. el Rey (q.D.g.) se ha servido disponer, por las razones expuestas y teniendo en cuenta, además, el carácter de laborables que tienen tres de los cuatro días que dura la citada fiesta, que por el Director general de Seguridad en esta capital y por los Gobernadores civiles en las provincias, se dicten las órdenes que estimen oportunas a fin de que se interrumpa lo menos posible la vida normal de la población y se prohíba la circulación de máscaras con careta puesta por las vías públicas, órdenes que comunicarán igualmente a los Alcaldes de las poblaciones que, por su importancia o cualquier otra circunstancia, estimen conveniente, coordinando en lo posible el cumplimiento de esta disposición con las que contengan las Ordenanzas municipales de las respectivas localidades, pero sin que las de éstas ni las costumbres locales puedan prevalecer, por tratarse de una celebración de carácter general, estimando preferible la celebración de las fiestas en locales cerrados o en paseos o parajes susceptibles de ser acotados".

Cumpliendo lo ordenado, el gobernador civil de Cádiz, Javier Bores, dirigió una circular el 19 de enero a los ayuntamientos, comunicando la orden ministerial. 

Pocos días después, el alcalde de Cádiz, Francisco Clotet, tras reunirse con la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento, envió un escrito, fechado el 25 de enero, al gobernador exponiendo que en años anteriores el Carnaval se había desarrollado “casi exclusivamente, en los alrededores del Mercado de la Libertad durante las horas de la mañana, por acudir a él las estudiantinas y comparsas para cantar las coplas autorizadas previamente y postular entre el público”, y que, por otra parte, la gente se concentraba “en la calle Duque de Tetuán y Duque de la Victoria y plaza de la Constitución, en el resto del día y hasta las doce de la noche, por situarse en ellas las sillas del Asilo Gaditano, y una banda de música, y celebrarse las tradicionales batallas de serpentinas y papelillos”, por lo que, tras explicar que los intentos por cambiar la fiesta a otros lugares habían fracasado, el ayuntamiento solicitaba lo siguiente:

“1. ° Que se permita la libre circulación de máscaras, sin careta ni desfigurarse el rostro, así como de las estudiantinas y comparsas en las mismas condiciones, pudiendo éstas cantar las coplas que por V. E. o por la Alcaldía se les autorice previamente, y postular, desde las primeras horas en los alrededores del Mercado y en todos los sitios públicos.

2. ° Que se consienta la colocación de sillas en las calles Duque de Tetuán y Duque de la Victoria, para permitir en ellas, y en la plaza de la Constitución, las batallas de serpentinas y papel picado, acotando o demarcando las expresadas calles por medio de anuncios o pasquines, y con individuos de la guardia municipal para que únicamente en ellas pueda celebrarse, en la forma, y con las prevenciones de costumbre, y sin que por ello se entorpezca el tránsito público, que podrá efectuarse perfectamente por las laterales de Cánovas del Castillo y Cervantes, por la de Isaac Peral y por los alrededores de la citada plaza,

3. ° El acotamiento de la calle Duque de Tetuán, por lo que respecta al tránsito de vehículos, solo tendrá lugar durante las horas desde las 16 hasta las 24; pudiendo durante el resto del día efectuarse por ella toda clase de tráfico, aunque es notorio que casi ninguno existe ordinariamente.

4.° Libre circulación por todas las calles, salvo la del Duque de Tetuán en las mencionadas horas, de toda clase de carruajes y caballerías”.

Terminaba el alcalde su escrito diciendo que con esas propuestas se cumplía lo establecido en la Real Orden, “no obstante lo cual V.E. resolverá”.

Y el gobernador Bores resolvió pronto, pues en escrito firmado al día siguiente, 26 de enero, comenzaba puntualizando que no era el propósito de la R.O., ni de la disposición por él enviada "prohibir el Carnaval, sino el de condicionarlo”, haciéndole compatible "con la vida normal de las poblaciones, puesto que las fiestas del Carnaval no se reducen al mero uso de un antifaz, sino que llevan consigo grandes aglomeraciones de gentes que en completa libertad de movimientos puedan circular o estacionarse, dentro de una autorización amplísima, mientras no cometan graves trasgresiones de la Ley o de la moral, y siempre fuera de las ordinarias prevenciones que limitan y condicionan el tránsito y la conducta de las personas por las vías y en los sitios públicos", por lo que no encontraba forma de acceder a la propuesta municipal, insistiendo en que consideraba que si autorizaba lo solicitado, "con la sola prohibición del antifaz, en el extenso radio de la ciudad", habría "grave riesgo para el orden público, a no ser que al mismo tiempo se prohibiera la venta de caretas", lo que no se debía hacer para no restar la libertad de quienes quisieran llevarlas a "los bailes en locales cerrados".

Por lo tanto, concluía que había que "atenerse a la letra y al espíritu de la Real Orden", sin privar "al pueblo de Cádiz de gozar da la fiesta de Carnaval", lo que no consideraba prudente, incluyendo, además un argumento económico, ya que pretendía armonizar el cumplimiento de la R.O, con el derecho de "muchos industriales del lucro de su trabajo y los rendimientos de industrias lícitas y acostumbradas", por lo que estableció el Carnaval se celebrara, según él, "con completa libertad", permitiendo "disfraz y careta" y "fiestas de máscaras", durante el día, "en parajes acotados del Campo del Sur, Alameda de Apodaca, Parque y sus alrededores", y durante la noche en "cuantos lugares cerrados pueda haber bailes de máscaras, sin otras limitaciones que las corrientes y ordinarias aconsejadas por la moral, la higiene y la policía de las costumbres en todo pueblo civilizado"; y sobre las comparsas, delegaba en el alcalde "la previa censura de las coplas".

De cómo se celebró el Carnaval ese año, con protestas por las restricciones, hasta el extremo que el gobernador tuvo que ceder y permitir un martes de Carnaval con mayor libertad, da cuenta Felipe Barbosa en un interesante artículo publicado, hoy mismo, en Diario de Cádiz.