viernes, 18 de agosto de 2023

Lo de las mil mejores universidades del mundo, desde otra perspectiva

Les anticipo que no confío mucho en esto de los ranking universitarios, tampoco en el que habitualmente califican como "prestigioso" de Shangái. Pero me sorprenden los comentarios, casi siempre anónimos, que, cada vez que se dice el posicionamiento de la UCA en el susodicho ranking, publican los periódicos, comentarios que, por otra parte, demuestran un gran desconocimiento de lo que supone la posición de las universidades en el ranking.

Seguramente se entendería mejor si se recuerda que en el mundo hay unas 25.000 universidades, cantidad que la UNESCO rebaja a algo más de 20.000. Utilizando esas cifras podemos entender que los datos no son tan malos como se piensa. 

Se trata solo de hablar de porcentajes. Si aplicamos un cálculo porcentual sobre 25.000 universidades, que la UCA esté en el grupo de las mil primeras significa que está entre el 4% de las mejores. 

Y si tomamos los datos de la UNESCO, que parece lo correcto, la UCA forma parte de un "selecto" grupo que solo acoge al 5% de las universidades del mundo. Por detrás hay, al menos, otras 19.000.

¿Se entiende así mejor?  

2 comentarios:

asd dijo...

¿Y por qué en vez de dedicar un apartado a justificar la posición de la UCA en el ranking, publica uno desmontando el propio ranking, sus sesgos y su razón de ser? En otros países no tiene ni de lejos la importancia que aquí le damos, por lo que igual estemas pecando de paletismo hispano, al tomar como criterio autorizado lo que en realidad no lo tiene y con todos los periódicos españoles dando publicidad a esa clasificación tan cuestionable.
Sin ir más lejos. Hace unos años la UPV contrató durante un año a un premio Nobel, sólo con el fin de mejorar su puesto en el dichoso ranking. Lo cual consiguió, por supuesto.

ARS dijo...

El principal problema es que los burócratas ministeriales miran los ranking y los utilizan para tomar decisiones sobre las universidades. El ejemplo de la UPV lo explica bien. Ocurre lo mismo con la publicaciones clasificadas por "cuartiles": una empresa establece qué revistas son las de primer nivel y los burócratas exigen que se publique en publicaciones del primer o segundo cuartil, sin tener en cuenta que en muchas de ellas hay que pagar para publicar. De ahí los escándalos de investigadores que firman sus publicaciones para universidades "exóticas", que tienen dinero para pagar la publicación. Y de paso, suben en el ranking de Shanghái.