miércoles, 27 de octubre de 2021

Tiempo de Carnaval


El gran estudioso del Carnaval, Julio Caro Baroja afirmaba que “el considerar al Carnaval como fiesta de origen pagano es un tópico que repite la gente no letrada” y reiteraba -como otros muchos especialistas- que “el Carnaval, nuestro Carnaval, quiérase o no, es un hijo (aunque sea pródigo) del cristianismo”, con lo que pretendía destacar que sin la idea de la Cuaresma no existiría el Carnaval en la forma en que ha existido desde la Edad Media, ya que el Carnaval es consecuencia de una concepción simple del tiempo, ajustada a los ciclos de las cosechas, que tradicionalmente ha servido para regir la vida de hombres y mujeres.

El calendario por el que nos regimos, el calendario cristiano, se establece por los ciclos agrícolas y se divide en períodos de alegría y tristeza, de júbilo y penalidad, que se alternan cronológicamente. Según ese calendario, adaptado a la liturgia cristiana, el año comienza con el Adviento -período de intenso trabajo en las faenas agrícolas anteriores al invierno-, al que sigue el tiempo de Navidad, acontecimiento feliz y familiar. Llega después el "tiempo de Carnaval", período de duración relativamente variable que normalmente se inicia el 20 de enero, aunque la fiesta en absoluta libertad se reducía al domingo, lunes y martes de Carnaval, terminando el Miércoles de Ceniza. A partir de ese día comienza el tiempo de ayuno y penitencia, la Cuaresma, que culmina con la Semana Santa. A ese tiempo de restricciones y dolor sigue un nuevo período de felicidad, la Pascua, con la que se inician los "ritmos de verano", y que conoce momentos culminantes el día de "Corpus Christi" y la noche de San Juan. Llega el verano, época de trabajo en la agricultura por el inicio de las cosechas, que trae también las festividades marianas, y, al terminar, propicia el comienzo del nuevo año cristiano.

Por lo tanto, la fecha de celebración del Carnaval varía cada año en función de cuando se celebra el Miércoles de Ceniza, fecha que se se estableció en el Concilio de Nicea, cuando se decidió fijar un momento para la celebración de la Pascua de Resurrección, para lo que se estableció una fórmula de cálculo: la Pascua de Resurrección se acordó celebrarla el primer domingo, después del primer plenilunio una vez comenzada la primavera; de manera que el primer domingo, detrás de la primera luna llena a partir del 21 de marzo es Pascua de Resurrección. A partir de ahí se restan siete días de Semana Santa y cuarenta de cuaresma, fijándose entonces el Miércoles de Ceniza; los tres días previos son los de Carnaval.

Cualquier otra celebración festiva que no cumpla ese calendario, no es Carnaval, aunque haya disfraces, cabalgatas o concurso de coplas.

1 comentario:

Conchinchina dijo...

Clarísimo. Lo que está pasando en esta ciudad no me lo explico. peñas sociedades y personas volcados todos a una en hacer un Carnaval fuera de su fecha.
No, eso no será nunca Carnaval serán otra vez las criticada fiestas típicas que la hemos buscado y ahora a disfrutarlas.
Más te digo se podría haber hecho el Carnaval perfectamente en su fecha y haber dejado el concurso de coplas,si tanto preocupaba, para otra fecha o para el año siguiente. A mi entender el concurso de coplas no debe ni puede arrastrar a todo lo demás, no tiene explicación.
Y para terminar dos cosas, una en febrero habrá Carnaval, seguro,segunda al querer cambiar las fiestas de fechas se cargan los calendarios laborales y de todo el alumnado,desde primaria hasta los universitarios. De estas dos afirmaciones no dará como resultado que doblamos gastos en limpieza, policia y otros servicios