Leo en El País que José María Aznar, "sin volver a la política activa", se ofrece para liderar la reunificación de la derecha, escindida actualmente entre el PP y Ciudadanos, argumentando que se ha roto su gran logro de unificar toda la derecha. No le falta parte de razón, pero le sobra ego.
Ya escribí en su día que el logro del PP, regido por Fraga, había sido aglutinar desde la extrema derecha y el franquismo, hasta los liberales más moderados, primero con AP y después con el PP.
Pero muchos pensamos que, como diría Rajoy, por el bien de España, que se quede en su casa.
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