Como se sabe, el Paseo de Teo, que se está construyendo en Santa Bárbara para que todos podamos ver el mar -ya que antes no se veía-, ha recurrido a materiales nobles, como el plástico, para realzar la nueva joya arquitectónica de la ciudad, una herencia más del Teofilato.
Pero no todo es plástico, hay partes acristaladas que permitirán, sobre todo a los visitantes, españoles y extranjeros, conocer mejor la idiosincrasia de los gaditanos, por ejemplo, como miccionan, por eso los mingitorios serán visibles desde ambos lados del paseo.
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