El 18 de febrero de 1944, la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Cádiz trató un asunto que, sin dudas, debió sorprender a sus integrantes.
Unos días antes se recibió en el ayuntamiento un escrito, fechado el 15 de febrero y suscrito por José Flores, vecino de Cádiz, con domicilio en la calle Queipo de Llano, en el que solicitaba la adquisición de los cañones que se encontraban instalados en las esquinas de la ciudad, para lo que ofrecía la cantidad de 100 pesetas por tonelada de hierro, comprometíéndose el solicitante a pagar los gastos de reparaciones de las esquinas, así como los derivados de la retirada y transporte de los cañones.
La Comisión, en su reunión del día 18, acordó contestarle a José Flores que al ayuntamiento no le interesaba la oferta, lo que se le comunicó en escrito fechado el 22 de febrero de 1944.
Conviene señalar que, por esas fechas, no se celebraba el Carnaval en Cádiz.
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