domingo, 29 de mayo de 2016

Testimonio del fracaso del bicentenario de 1812


Esta tarjeta postal se editó pensando en el 2012, en los proyectos que tenían que estar acabados en dicho año, por eso es un testimonio casi perfecto del fracaso del bicentenario, de cómo los proyectos que se consideraron más importantes siguen sin ejecutarse, o inacabados.

En el castillo de San Sebastián brilla un edificio y se ven zonas verdes, que no existen, y las obras de rehabilitación quedaron poco menos que a medias. En el entorno de Santa Catalina no se hizo nada y donde aparecen unos edificios, sigue un aparcamiento. El teatro del parque tiene las obras paradas desde hace más de media década.

Pero lo que más llama la atención es la proyectada -y actualmente sin fecha de ejecución- avenida de cuatro carriles, ampliando la Carretera Industrial, que debía unir la rotonda del puente de la Constitución de 1812 con la plaza de Sevilla que, en la postal, aparece sin obstáculos a la circulación, pero con la Aduana. Una avenida por la que discurre un tranvía y con una estación de autobuses funcionando y, al otro lado de la estación de ferrocarril, junto a la Cuesta de las Calesas, hay dibujado un jardín. Y navegando por la dársena de un muelle casi lleno, el Vaporcito del Puerto.

La postal resume bastante bien el fracaso de las infraestructuras que se anunciaron con motivo del bicentenario de 1812.


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