viernes, 28 de julio de 2023

Aprovechemos los "lugares de memoria" constitucionales

El inicio de los trámites para declarar "Lugar de Memoria" al Oratorio de San Felipe y el Monumento a la Constitución de 1812, debería servir como una nueva oportunidad para reforzar la imagen del Cádiz constituyente, para recordar que aquí se redactó la primera Constitución española y convertir ese importante hecho histórico en un atractivo de la ciudad.

En este sentido hay que recordar que el Bicentenario fue un fracaso. Algo se hizo, fundamentalmente acontecimientos externos llamativos, entre los que destacó la Cumbre Iberoamericana, pero poco con repercusión material en la ciudad.

No hay que olvidar que algo hizo el ayuntamiento presidido por Teófila Martínez -menos hicieron otras instituciones implicadas-, pero, con repercusión posterior a 2012, lo que se hizo fue escaso, incompleto, cuando no con errores, como la placa que señala que Miguel Gordoa vivió en la calle Montañés, cuando no es así. 

Nada hizo el siguiente gobierno municipal, pese a que José María González Santos habló en su día de rescatar el proyecto de la ciudad constitucional, y pese a que a gente muy cercana al entonces alcalde, recabó información sobre proyectos no realizados y los errores cometidos.   

Dejando de lado todo ello, Cádiz tiene una nueva oportunidad para convertirse en un referente del constitucionalismo. Con ayuda del gobierno del estado y del de la Junta de Andalucía, se puede recuperar el proyecto que se presentó para la creación de un centro de estudios y observatorio de la democracia constitucional. 

Pero lo esencial es puramente local, se trata de que la ciudad refleje, materialmente, que aquí se aprobó la primera constitución española. Y no es difícil hacerlo.

Sería tan sencillo como señalizar puntos esenciales de la ciudad de la época constituyente, señalar, con placas sencillas e iguales, dónde residieron diputados y otros personajes célebres de la época de las Cortes, dónde estuvieron las distintas dependencias del gobierno entre 1810 y 1813, dónde estaban las imprentas, los cafés, las casas donde se celebraron las célebres tertulias..., marcar las calles del recorrido de las procesiones cívicas que el 19 de marzo dieron a conocer a la ciudadanía el texto constitucional. Bastaría, insisto, con colocar placas, poner en el suelo de las calles losas con artículos de la Constitución, y, por supuesto, destacar el oratorio de San Felipe Neri, no solo como iglesia, sobre todo como templo constitucional, pues fue el hecho de la reunión de las Cortes allí, lo que hizo que fuera declarado Monumento Nacional en 1907, reabriendo, tras una depuración de errores, que también los tiene, el Centro de Interpretación de las Cortes, anexo al Oratorio.

No es tarde, ni complicado, la documentación se conoce, se puede hacer en, relativamente, poco tiempo. Sería un importante reconocimiento a la historia de España y un atractivo más de Cádiz.


2 comentarios:

Juan J Gelos dijo...

Esperemos que las Autoridades electas y la representación gubernamental de la Junta de Andalucía y el gobierno del Reino, tomen cartas en este asunto vital.Clave para un nuevo concepto cultural y del protagonismo de Cadiz en la Historia Democrática de España y varias Naciones.
Que demuestren en este caso su sentido del deber y su obligación y compromiso con la ciudad y la ciudadanía.

Federico Urales. dijo...

Todo iriria mejor en la gestión de la cosa pública y de los intereses de los vecinos de Cádiz y de su prosperidad, si los políticos como escribió Jorge L Borges en el relato El Inmortal (El Aleph) no carecían del comercio de la palabra.Como el país de los trogloditas que devoran serpientes (votos).
Si se le exige a un trabajador,su producto y su tarea.Porque la escasa, pero concienciada opinión pública, no puede exigir eficacia a quienes han sido elegidos como gestores de nuestros bienes públicos?.Que ojo han alcanzado demasiados privilegios para decidir sobre nuestras vida.Y aparte muy compensados económicamente.Sin lugar a dudas.
Así que tengan dignidad que se os exige.