sábado, 13 de mayo de 2017

¿Un debate de toda la vida?


No sé a qué peñas iría María Romay de pequeña, pero yo, que, además de haber sido comandante del Batallón Infantil, he participado en la organización de diez congresos sobre el Carnaval, he presidido el jurado del Falla y he investigado y escrito dos libros y más de una docena de artículos sobre su historia, entre otras actividades relacionadas con las carnestolendas, es la primera vez que escucho lo de fijar la fecha del Carnaval, pues, incluso durante la etapa en la que un ayuntamiento franquista trasladó la fiesta a mayo, nunca hubo fecha fija.

Pero María Romay vuelve a dar la clave del asunto: el problema no es el Carnaval, el problema es que le dan más importancia al concurso que a la fiesta callejera. Por eso, en vez de cambiar el modelo del concurso -por ejemplo, programando las preliminares, incluso los cuartos si hiciera falta, en dos sesiones diarias-, se plantean adulterar, como en 1967, el Carnaval gaditano.

Si finalmente lo hacen, que no se quejen si después se les compara con el ayuntamiento franquista presidido por José León de Carranza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si se hiciera un recuento de tontos por metro cuadrado, éramos premio Guinnes. Pregunta sencilla, o no, ¿el nivel de los miembros del Ayuntamiento, todos, es el de la ciudad? No es por ná.

ARS dijo...

Fíjate, anónimo, que María Romay es una de las personas que mejor valoro del equipo de gobierno, pero me parece que se ha metido en un embolado complejo.