Retrasos, incumplimientos, más retrasos, más incumplimientos
Si ya en 1971 se anunció que un segundo puente se
inauguraría en 1975, hubo que esperar a 1991 para que se iniciaran los trámites administrativos para su construcción, y a 1994 para que se concluyera un anteproyecto. Después, otro período de
anuncios y promesas incumplidas, hasta que, a mediados del 2003, el ministerio de
Fomento anunció la licitación de un contrato de consultoría y asistencia para
la redacción del proyecto de trazado y construcción del nuevo acceso a Cádiz. A
partir del segundo trimestre del año 2004 pareció que, definitivamente, los trámites se agilizaban.
En el BOE de 12 de mayo de 2006 se
publicó la Resolución
del Consejo de Administración de la Sociedad
Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre,
S.A., por la que se anunciaba la licitación, por el sistema de
concurso, de las obras del proyecto «Nuevo acceso a Cádiz. Tramo: Duplicación
de la N-443». A
partir de aquí, y en diferentes publicaciones en el BOE, se completa el proceso
legal para la construcción.
Al concurso para la construcción del
puente se presentaron al ministerio de Fomento propuestas
de diferentes UTEs que reunían a las más importantes empresas interesadas en
ejecutar la construcción del puente: Dragados y Drace; Acciona Infraestructuras
y Ferrovial; Corsán-Corviam, Tableros y Puentes y GEA XXI; FCC, OHL y Sato; y
Sacyr Vallehermoso y Somague.
Pero ya desde el primer momento hubo que cuestionar las fechas. En conversación que mantuve en Madrid, en diciembre de 2006, con Javier Manterola, el ingeniero me dijo que, si le dejaban, terminaría el puente para octubre o noviembre de 2011. Pero, como se recordará, la dirección de las obras no se le encomendó a Manterola, quien, tras las declaraciones de la actual ministra, Ana Pastor, de que las obras terminarán en 2013, ha vuelto a ser claro: se necesitaría algo más que un milagro para que la predicción de la ministra se cumpla. Se puede ver aquí.
Las obras el 14 de marzo de 2013, dos días antes de la vista de Ana Pastor.
Lo peor de todo esto, de todos los incumplimientos y retrasos, es la desvergüenza de los partidos políticos que han gobernado España en estos años, PSOE y PP, que no han dudado, ni dudan, en utilizar los plazos y los incumplimientos como arma arrojadiza contra el adversario, como si los ciudadanos tuvieran amnesia y no recordaran lo que unos y otros han dicho en distintos momentos.
Campaña propiciada por Teófila Martínez, cuando gobernaba el PSOE.
La disputa política no ha cesado nunca. Incluso con el nombre con que se bautizaría el puente, una vez acabado. Magdalena Álvarez dijo que se llamaría "Puente de la Pepa", y Teófila Martínez, con mucho mejor criterio y el apoyo de muchos gaditanos, entre los que me incluyo, afirmó que se debería llamar "Puente de la Constitución de 1812", cuando todavía creíamos que se inauguraría para el Bicentenario. Al paso que van las obras, quizás habría que llamarlo "Puente de Fernando VII", pues el próximo año se conmemora su retorno al trono y al absolutismo en España.
1 comentario:
...si finalmente el plazo se alarga hasta 2020, podría tener plena vigencia la denominación propuesta, puesto que con el pronunciamiento del general Riego en Las Cabezas de San Juan, la Constitución vuelve a ser vigente, aunque también por poco tiempo.
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