Mientras que en España algún cargo del PP dice que los fusilados por Franco se lo merecían, en Argentina presentan querellas, y homenajean a los represaliados y exiliados.
En la fachada del Café Iberia -situado en la Avenida de Mayo, un café inaugurado en 1897 con el nombre de La Toja, situado en la que se conoce como esquina de la Hispanidad, que, tras ser comprado por un español en 1936, se denominó Iberia y se convirtió en centro de reunión de exiliados españoles republicanos, aunque también asistían partidarios del franquismo, lo que provocaba discusiones, incluso enfrentamientos y peleas-, hay una placa que homenajea a los caídos, exiliados y represaliados por defender la Segunda República española.
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