El de hoy ha sido un descubrimiento gastronómico sin precedentes. Por pura casualidad, ya que, como en otras ocasiones que hemos acudido a la cafetería del tren Alvia procedente de Madrid -en esta ocasión con salida de Atocha a las 12,05-, no había mucho donde elegir, así que optamos por un sándwich mixto y otro vegetal.
El envoltorio promete. Te dice que vas a comer un pan de molde multicereal; te avisa que no vas a comer queso, si no un "preparado alimenticio sabor Edam" (no excesivo en sabor, la verdad sea dicha); y añade que vas a consumir tomate, lechuga, mayonesa y huevo cocido.
El descubrimiento viene cuando abres el envase y compruebas que, efectivamente, hay dos rebanadas de pan de molde cortadas por la mitad, dos finas lonchas del "preparado alimenticio sabor Edam" (insisto, con poco sabor a Edam), una fina loncha de huevo cocido (a bote pronto, se puede calcular que con un huevo se preparan entre ocho y diez sándwiches), una o dos gotas de mayonesa, dos laminitas de tomate (sin pulpa) y unas briznas de lechuga.
En la primera imagen, el sándwich abierto, por un lado, "el preparado alimenticio sabor Edam"; por el otro, el resto de los productos, que apenas cubren la mitad de pan. Se ve el huevo cocido y el tomate, se atisba un resto pintado de mayonesa y hay que suponer que, debajo, estará la lechuga, de la que se ve una mijita en el borde del "preparado alimenticio sabor Edam".
Como buenos investigadores, indagamos más, buscando la lechuga y la mayonesa. Y este es el resultado: la mayonesa pinta ligeramente el pan, se observa que el tomate está en la pura estructura, no hay pulpa, y descubrimos unas briznas de lo que debe ser la lechuga, aunque muy verde no parecía.
Todo ello, en un menú por el que, incluyendo, lata de cerveza y bolsa de patatas, cobran, 9,10 euros.
Aunque tampoco está mal lo que cobran por el sándwich mixto (5,30€) y medio litro de agua (2,30€).
Eso sí, hay que decir que el servicio ha sido amable y eficiente, impecable.
