Una buena restauración

En la calle Manuel Rancés, la restauración del edificio, especialmente de la portada, es muy buena.

Pobres y ricos

Visto en la calle Ancha.

Para los nostálgicos del 18 de julio

Todavía hay demasiados nostálgicos del franquismo, algunos, lamentablemente, no conocen lo que ocurrió en España a partir del 18 de julio, pero, lo que es peor, muchos niegan la represión que se desató a partir de ese día, incluso en una ciudad como Cádiz, que cayó en manos de los golpistas en pocas horas.

Por eso hay que recomendar la lectura del excelente libro de Alicia Domínguez El verano que trajo un largo invierno.

En su libro, cotejando miles de documentos oficiales, denuncias anónimas, sumarios judiciales, expedientes de depuración, consejos de guerra, y toda una suerte de documentos que fueron utilizados por los represores, Alicia Domínguez reconstruye las vicisitudes de más de trece mil individuos, hombres y mujeres, que sufrieron de una manera u otra la represión franquista en Cádiz, en un período que comienza en julio de 1936 y finaliza en 1945. Un trabajo concienzudo que sirve también para rescatar la memoria de un buen número de personas a las que la política de la dictadura trató de sepultar en el peor de todos los nichos: el del olvido.

Un ministro contra la universidad

Comparto este magnífico artículo del profesor Diego Garrocho, está cargado de razón: la propuesta del ministro Castells nos ha sorprendido, negativamente, a casi todos.

Constantino Paredes, carruajes de alquiler

En 1879 Constantino Paredes fundó una empresa de carruajes de alquiler que tuvo una larga y próspera trayectoria. No era la única existente en Cádiz cuando se fundó, existiendo algunas más antiguas, pero la compañía de Paredes terminó convirtiéndose en la más importante, tanto, que en 1901 y 1904, es sendas operaciones, Constantino Paredes compró las antiguas empresas de Joaquín Lahera y Cía (antes propiedad de Arana), y la de Enrique Cabello, respectivamente.

En 1905 la empresa pasó a manos de Diego Mateo, yerno de Paredes, que modernizó el servicio con “elegantes carruajes con bandas de goma”.

La empresa, que con motivo del Centenario de las Cortes y Constitución de Cádiz, tuvo que alquilar coches en Sevilla para atender los servicios que se le encomendaron, era proveedora de Instituciones y particulares de la ciudad y parte de la provincia, contando entre sus clientes con los Gobiernos Civil y Militar, Ayuntamiento, Diputación Provincial, Cabildo Catedral, Compañía Trasatlántica y en general de todos los Centros oficiales de la Capital y también de los pueblos importantes de la provincia.

Las cocheras estaban en el Paseo de las Delicias (av. Duque de Nájera) y plaza Fernando García de Arboleya (plaza Viudas), y su oficina central estaba en la plaza de la Constitución (San Antonio), con sucursales en las plazas de San Francisco, Castelar (Candelaria), Isabel ll (San Juan de Dios) y calle Duque de la Victoria (Nueva), “donde el público tiene a su disposición toda clase de carruajes, servicio de teléfonos, y el forastero toda clase de información”, según decía la publicidad de 1920, época de las fotos, que se hicieron delante del chalet del pintor Felipe Abarzuza

Años después, cuando la empresa se denominaba “hijos de don Diego Mateo”, fue traspasada a José Paredes Pastrana, hasta su disolución en 1941.

Exposición sobre el 10 de marzo de 1820

Me quejé, en una entrada anterior, de la dejadez municipal por conmemorar el bicentenario del 10 de marzo de 1820, un luctuoso acontecimiento que, sin embargo, fue recordado en muchas ocasiones por corporaciones anteriores.

Pero gracias al empeño de dos archiveros municipales, Javier Fernández Reina y Teo Cardoso, al menos se ha inaugurado en el ECCO una interesante exposición con fondos municipales -Archivo Histórico Municipal, Museo de las Cortes, Biblioteca Municipal "José Celestino Mutis"-, y de entidades privadas y particulares -Fundación "Federico Joly Höhr", Biblioteca de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras, Obispado de Cádiz y Ceuta y colección privada de Miguel García Díaz-, que merece una visita pausada.

En la primera sala, cuadros con personajes de la época, como Tomás Istúriz, Toreno, Alcalá Galiano, Mendizábal o Freire, entre otros.

Y en esa misma sala y en la segunda, interesantísimos documentos sobre lo ocurrido, entre los que sobresalen el listado de víctimas, informes médicos, solicitudes de ayudas económicas, bandos, etc.

El 10 de marzo de 1820 dejó una importante huella entre los gaditanos, como demuestran diferentes publicaciones que aparecieron ese mismo año - como estos Lamentos de Cádiz-, y en años posteriores. Por eso destacan en la exposición documentos que demuestran cómo el ayuntamiento de Cádiz, en épocas pasadas, recordó el 10 de marzo, para muestra, los programa de 1843 y 1869. 

La exposición incluye un video explicando los sucesos, elaborado por Onda Cádiz TV.

Terrazas

Comparto la idea de que hay que reducir el tamaño de las terrazas de bares y cafeterías en algunos espacios públicos, ya que hay plazas y calles en los que el crecimiento indiscriminado perjudica la libre circulación. Pero, en el caso de la plaza de Mina, obligar a que las mesas y sillas se coloquen entre los bancos y los parterres centrales, me parece exagerado y poco conveniente, pues las mesas estarán más juntas, el discurrir entre ellas será incómodo, por no mencionar que los árboles, y sus habitantes, ensuciarán mesas y sillas.

Una cosa es reducir el tamaño de las terrazas y otra hacerlas incómodas para clientes y trabajadores.

Pretendientes

Curioso anuncio de los años veinte, de la pasada centuria: cuatro pretendientes ofrecen obsequios a una mujer, pero "la elección no era dudosa".

"Imposible resistirse..."

Abandono institucional, otra forma de vandalismo

Ante la noticia de que la figura central del monumento a las Cortes ha perdido la espada, que estaba tirada a los pies del monumento, ha despertado una oleada de indignación contra el vandalismo que se supone es la causa, y muchas voces claman contra los gamberros, contra los cafres, autores del desaguisado.

Lamento disentir de la mayoría. Lo que ha ocurrido es vandalismo, pero un vandalismo que en Cádiz lleva ya mucho tiempo imperando: el abandono institucional sobre el patrimonio.

La espada no se ha roto por la acción de un gamberro, la espada ha caído por falta de cuidado, de mantenimiento. Se ve claramente en las fotos que Hans hizo ayer. En la primera, se ve claramente el óxido en la empuñadura y la mano de la estatua.

Pero observen la segunda: una mano rota señala un libro también deteriorado y, encima, un crucifijo roto.

No busquen gamberros, miren a las instituciones, al ayuntamiento principalmente, en tanto que responsable del mantenimiento urbano, pero también a la Junta de Andalucía y al gobierno de España, que tampoco hacen nada por mantener el espíritu y la herencia material del Cádiz que vio nacer la primera Constitución española.

1903, huelga en Alcalá del Valle

Entre 1982 y 1983 Juan Manuel Suárez Japón y yo trabajamos y publicamos, por encargo de la Diputación Provincial, cuatro libros de la colección "Los pueblos de la provincia de Cädiz", dedicados, respectivamente, a Alcalá del Valle, Setenil de las Bodegas, Olvera y Torre Alháquime. Juan Manuel se ocupaba del estudio geográfico y demográfico y yo de la historia, el arte y el ciclo festivo. Para documentarnos, visitamos varias veces las poblaciones serranas, en una aventura cultural en la que aprendí mucho y de la que guardo buenos recuerdos.

En la historia de los cuatro pueblos había rasgos comunes y aspectos diferenciadores, con acontecimientos que, en algunos casos, me sorprendieron. Y entre estos últimos, destaca lo ocurrido en Alcalá del Valle en 1903, cuando el primer día de agosto la sociedad obrera anarquista se sumó a una una huelga general convocada para reclamar la libertad de los presos sociales. Una violenta intervención de la Guardia Civil para disolver a los huelguistas, se saldó con la muerte de un joven manifestante y varios heridos más, incluyendo algunos guardias. Hubo muchos detenidos que fueron trasladados andando a Ronda, donde sufrieron malos tratos, lo que provocó una oleada de protesta a nivel nacional, con repercusiones en la prensa internacional.

Sobre este asunto acaba de publicar Diego Caro un interesante y documentado estudio, Anarquismo, represión y campañas de prensa. Alcalá del Valle 1903-1910, de más que recomendable lectura.