Tengo por norma no ir a ningún restaurante, taberna o bar, antes de quince días después de su inauguración. lo hago por puro egoísmo, por comodidad y tranquilidad. Considero que es el tiempo mínimo, necesario, para que el personal, cocineros y camareros, se acostumbren al nuevo local, para que, quien nos atienda, sepa dónde está el refresco que piden mis hijos, dónde está el sacacorchos, etc. Por eso, aunque estaba recomendado por amigos de confianza por sus gustos culinarios, como Manolo Ruiz Torres, Pepe Monforte, Tubal o Charo Barrios, hace poco menos de una semana fuimos a La Candela (Feduchy 3, esquina a Cardenal Zapata), y hoy hemos vuelto.
Lo primero a destacar, frente a algún local cercano de excelente cocina, pero que no tiene vinos en condiciones, es, precisamente, la carta de vinos. No es exagerada, pero está bien escogida, vamos, que tiene vinos buenos, variados y a un precio adecuado. En cuanto a cocina, de lo que hemos probado hoy, me ha gustado el carpaccio de pulpo, la tempura de verduras con un excelente ali-oli con soja, los raviolis de pato, los mejillones con un toque de pesto, las alitas de pollo y la cazuelita de conejo, a la que, creemos, le faltaba un poco de concentración en la salsa, por tanto, mejorable.
Y la relación precio/calidad, bastante bien. Total, muy recomendable y desear que siga así.
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