Tengo la impresión que los miembros del gobierno del PP, del gabinete que preside Rajoy, no han leído la Constitución de 1812. Y eso que han tenido oportunidades, ya que Teófila Martínez se ha encargado, reiteradamente, de recordarles que en 2012 se celebraba su Bicentenario, no en el Congreso de los Diputados -donde, al parecer, apenas la conocen, pese a que era la número uno de la lista, el gancho para los votantes-, pero sí en las ocasiones, numerosas, en las que los ha invitado a venir a Cádiz. Pues ni por esas se han molestado en leerse la Constitución de Cádiz de la que, por otra parte, tanto han hablado.
Si la hubiesen leído, recordarían que el artículo 13 de la Constitución de 1812 dice:
"El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen".
Por el contrario, y siguiendo la estela de Fernando VII que anuló la Constitución gaditana como si nunca hubiera existido, Alberto Ruiz Gallardón, ¡¡¡¡ministro de Justicia!!!, ha afirmado que gobernar es repartir dolor. Y no es el primero que lo insinua, aunque es el primero en decirlo con toda claridad. Y todavía no he escuchado a nadie del Gobierno de Rajoy, ni del PP, contradecirlo.
¡De nada les ha servido tanta excursión a Cádiz a conmemorar el Bicentenario de la Constitución de 1812!
1 comentario:
Muchas veces me he preguntado cuántos representantes de la Nación de los que celebran el Bicentenario habrían votado y apoyado después la Constitución si hubieran vivido entonces. Y cuántos de ellos se hubieran puesto a los pies de El Deseado para denunciarla.
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