Quizás a alguien le parezca una tontería, pero siempre que he podido, que han sido muchas veces, he acudido a comprar lo que he necesitado a un comercio gaditano y tradicional, evitando, siempre que me ha sido posible, las grandes superficies, las grandes cadenas nacionales o internacionales. Y en el caso de los electrodomésticos casero, desde un calentador, a una cafetera, iba a Televok. La ventaja fundamental, ya lo he dicho, el trato personal y directo, saber que si un artefacto no funcionaba bien, te lo cambiaban de inmediato, simplemente por que quien te lo había vendido recordaba la venta.
Cierra Televok, una tienda que forma parte de la historia reciente de Cádiz, integrada en la vida cotidiana de la ciudad -por ejemplo, colaborando con el Carnaval-, y quiero agradecerles el buen trato y los buenos productos que, aconsejado por ellos, allí compré y tan buenas prestaciones me han dado.
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