El presidente de los arquitectos y el hotel de ADIF

Por supuesto que cada uno es libre de decir lo que piensa, y que el presidente de un colegio profesional debe defender los derechos corporativos, pero para eso no hace falta recurrir a intentar confundir y negar derechos a los demás.

Dice Fernando Mejías, sobre la construcción del hotel sobre el edificio sin uso de ADIF, algo asumible, que hay que conocer el proyecto definitivo; pero también dice que el documento que lo contempla tiene quince años y que era entonces cuando se debía haber protestado, no ahora, sin mencionar -dudo que no lo sepa- que en el PGOU 2011-2015, documento oficial de diseño de la ciudad, hay alegaciones contra la construcción del hotel. Y, en cualquier caso, le guste o no, todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, en cualquier momento, sin que el presidente del Colegio de Arquitectos de Cádiz tenga que decir si procede, o no, que los ciudadanos opinen y cuando pueden hacerlo.

Pero a mi lo que más me sorprende de sus declaraciones es lo que no dice. Defiende el hotel, pero no dice nada del resto de lo proyectado en la parcela ferroviaria, donde el PGOU contempla muchas más actuaciones, como se puede ver en la ficha correspondiente.

No opina Mejías sobre si hay que trasladar los servicios aduaneros y derribar el actual edifico de la Aduana. Tampoco dice nada sobre los edificios de viviendas -hasta nueve se ven en la ficha- que parece evidente no se van a construir, y esos sí que hubieran dado trabajo a arquitectos y empresas de construcción gaditanas y andaluzas.

Por supuesto, no dice nada sobre el retraso en la ejecución del parque junto a la muralla y la Cuesta de las Calesas, que no se ha ejecutado por la ocupación del terreno por ADIF con un aparcamiento de cobro, t el retraso en la construcción de la nueva estación de autobuses.

Por eso, pese a que lo justifiquen como quieran, nadie me quita de la cabeza que la jornada sobre conservación del patrimonio, celebrada en el hotel Barceló, aparentemente organizada por arquitectos y constructores, tenía como objetivo fundamental defender el cuestionado hotel.