La postura del ayuntamiento, expresada por Martín Vila, parece la correcta, y, por otra parte, coincide con lo que expresamos muchos de los que criticamos lo que se ve en la infografía de ADIF, una torre de unas doce plantas, con un lateral que incluso las supera. Por eso, algunos hemos dicho que si se quiere hacer el hotel, que se haga en la base ya existente, y no se edifiquen siete plantas más sobre ella.
Reiterado esto para que no se persista en el equívoco, cuando se habla de la necesidad de plazas hoteleras, también conviene recordar que nunca se han publicado datos de ocupación hotelera absoluta, del 100%. Quizás por eso hay varios proyectos hoteleros que no cuajan, que no parecen interesar a las empresas del ramo. Ahí está el famoso hotel del Estadio Carranza, sobre el que nadie hace una oferta, pese a que está en zona turística, a tiro de piedra de la playa, en una zona de gran afluencia veraniego. O los terrenos de la Residencia de Tiempo Libre, que han perdido función social, en beneficio de la comercial-hostelera. Sin olvidar el fracasado hotel de Zaragoza Urbana en Valcárcel, ahora con un proyecto alternativo que también es muy discutible por su proximidad al propio Hospicio dieciochesco, edificio catalogado como BIC. Mientras tanto, los terrenos de la Escuela de Aplicación y Tiro, un balcón sobre el Atlántico, declarados de uso hotelero, tampoco despiertan interés.
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