El Ayuntamiento le dio un adecuado uso cultural e hizo una buena rehabilitación, en su conjunto, pero en determinados equipamientos se saltó su propia normativa. Por ejemplo, desde 1995 se hizo pública la norma que regula el soterramiento de los cables en calles y fachadas de la ciudad, norma se hizo famosa a comienzos del año 2006, cuando el gobierno municipal denunció que la Junta de Andalucía había ejecutado obras sin soterrar los cables, avisando que el rigor y la vigilancia en el cumplimiento de la normativa municipal sería una constante. Pocos meses después, en octubre de 2006, cuando se inauguró el Centro Cultural Reina Sofía se pudo ver una importante red de cables en la fachada, que sigue hoy día.
Como va contra la normativa y el PGOU un artilugio electrónico -¿antena?, ¿radar?, ¿transmisor?- que se colocó, precisamente, en esa torre de vigía que el PGOU municipal destaca como elemento arquitectónico singular.
3 comentarios:
A ver si algún lector de Calle Ancha identifica con precisión el artilugio. A mí me parece una cámara, aunque un poco aparatosa.
Es muy grande para ser una cámara.
¿No podrá ser una antena de uso militar (o no)?
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