El 24 de mayo de 2015 se celebran elecciones municipales, es decir, quedan solo unos siete meses para hacer propaganda y publicidad. Se nota, la imaginativa maquinaria propagandística peperiana está ya a pleno rendimiento.
Mientras que los otros están inmersos en procesos elección de candidatos en primarias -procesos más o menos democráticos, según quien ponga las reglas de juego (por ejemplo, el PSOE "recomienda" que en Cádiz haya un único candidato)-, los que designan a dedo ya están trabajando para asegurar la continuidad del teofilato.
De momento son minucias. Mientras se resuelve el asuntillo del uso de dinero público para las loas a Teófila, se detecta un aumento en publicidad institucional -la ciudad que funciona, dicen conteniendo la risa mientras recortan fotos de Los Mojosos-, anuncian parques caninos, apertura de la reja del muelle, arreglo de calles y un museo cofradiero, ya que si insisten en el de Carnaval alguien puede recordar que llevan tres legislaturas prometiéndolo. Y en las próximas semanas, se espera que venga Montoro a prometer que la nueva Zona Franca creará 5.000 puestos de trabajo, Ana Pastor a prometer 4.000 viviendas para jóvenes, como hizo Teófila en la campaña electoral del 2011. Se puede leer ésta y otras promesas, que se han quedado en eso, en promesas, aquí.
Pero el gran golpe, el acto estelar, se reserva para finales de marzo o principios de abril: la gran inauguración, presidida por Rajoy, del puente de Fernando VII o del Absolutismo.
Se quiere hacer dando imagen de modestia, que no sea una cosa excesiva, pero que quede claro que se inaugura gracias a la gestión de Teófila y el PP, que se identifican plenamente con el nombre escogido. Todo está medido, planificado para que venga el gobierno en pleno, además de varias decenas de cargos peperianos, y todo ello sin grandes alharacas, demostrando que en tiempos de crisis, el PP contiene el gasto. Por eso, como primera medida, se ha iniciado embargo de la Residencia de Tiempo Libre, para poder alojar a todos los cargos que se esperan.
Pero como no están seguros de que el puente esté terminado -ya dijo Ana Pastor, qué inocente, que lo terminaban en el 2013-, han buscado una alternativa.
Como el paseo de Teo -la mal llamada pérgola-mirador de Santa Bárbara- también se iba a terminar en agosto de 2013, y aun no se ha terminado, se ha dado orden de ralentizar las obras y, en caso de que el puente no esté listo, toda la parafernalia preparada se volcaría en la inauguración del paseo de Teo, aunque en esta ocasión, como es una obra un poco más barata, el acto lo presidiría Juanma I el inflao.
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