La foto a las 14,56 del 24 de noviembre de 2013, en la calle Vea Murguía.
La idea es fomentar hábitos saludables y con amplios beneficiosos cardiovasculares, para lo que se han adoptado medidas disuasorias del uso de vehículos de motor. Por ejemplo, entre el barrio de San Carlos y el del Mentidero, una zona en la que ya las obras facilitan el tráfico lento, no atascos -que en Cádiz no hay atascos de tráfico, como es sabido-, se ha organizado, para hoy mismo a partir de 20,30, un desfile procesional por las calles en las que no hay obras, por las podían circular vehículos de motor, de manera que todo el mundo tenga que ir andando.
Sobre la misma hora, un desfile de antorchas por Santa María evocará tiempos pasados, una buena idea que no se le ocurrió a los organizadores del Bicentenario, y que puede dar una imagen del Cádiz de las Cortes. Por supuesto, sin tráfico rodado.
Mañana un desfile procesional, cortará el tráfico por el Campo del Sur a última hora de la tarde, otro cortará la calle Sagasta y, en general impedirá el tráfico por el barrio de San Lorenzo, mientras que un tercero hará lo propio por los aledaños de la iglesia de San José.
El plan, perfectamente estudiado, facilitará distracción a los amantes de las procesiones, que en Cádiz hay muchos, y obligará a deambular por la ciudad a los que no son tan aficionados, pero, precisamente pensando en estos, en los no aficionados, es por lo que se ha establecido este fin de semana sin coches, para que caminen, que su corazón mejore y reflexionen sobre su perversión antiprocesiones.
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