Estoy harto de que me jodan platos con adornos de reducción de vinagre. Suele ocurrir en sitios "modernos", de los que se anuncian como cocinas de fusión, con toques personales del chef, casi siempre en locales de diseño informal, pero con personalidad, etc., etc., y al final todo se reduce a joderte el plato con la consabida, repetido y archiconocida reducción de vinagre, me da igual que sea de Módena o de Jerez.
En alguna ocasión he pensado hacer una lista, un ranking, de las mayores estulticias en el uso de la reducción de vinagre. Pero creo que ya no lo necesito. Hoy, casualmente, he encontrado en Sevilla a quien, posiblemente, se lleve el número uno: foie de pato, con pan de naranja y su mermelada, adornado -jodido- con reducción de vinagre. He aquí la prueba:
En la típica -por síntoma de modernidad- e incómoda plancha de pizarra, unos trozos de pan de naranja -casi un bizcocho-, mermelada de ídem y unas rodajas de foie de pato cubiertas de vinagre. Falta un trozo, al que le quitamos al vinagre, pero fue inútil, el foie sabía ya a vinagre.
El local se llama Alquimia 29 y se anuncia como "cocina creativa, tradicional y de fusión".
En su favor apuntar el tataki de atún, que estaba bastante bien; el revuelto de bacalao era poco significativo, no decía nada, y la bola de ahumados -solo salmón- rellena de gulas, estaba salada.
Pero lo del foie de pato con la reducción de vinagre... ¡memorable!
3 comentarios:
No estaba yo pendiente de este desgraciado fenómeno, pero sí tengo claro que antes de que nada toque un foie, hay que estar absolutamente seguro de que lo mejorará.
Y como hay gustos, ¿por qué no poner una minipizarra con la reducción de vinagre -o de lo que fuere- al lado? Sería la mejor encuesta.
Estimado profesor. Me uno a su queja por lo que llamamos "el síndrome PX". Ahora están empezando a ponerselo también a las ensaladillas y se las cargan con el dichoso cordoncito.
Secundo tu aversión hacia las "casposas" reducciones de vinagre y la manida "cebolla caramelizada", y sobre un trozo de foie a la plancha es una transgresión meritoria de cárcel directamente, sin pasar por el juzgado. Lo de la "pizarrita", aun no se han enterado que es para los tejados.
La violación de las materias primas de solvencia, debería estar penada con 6 meses oyendo los ensayos de las bandas de trompetas y tambores en la Punta de S. Felipe.
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