Malbec es una varietal de cepa originaria del suroeste francés, también conocida allí como cahors y auxerrois. En Francia se cultiva en las regiones vitivinícolas Suroeste -sobre todo en la denominación Cahors- y Burdeos, donde, al ser los bordeaux vinos de mezcla, se utiliza para proporcionar matices y taninos. En España se cultiva en la zona de Ribera del Duero.
La malbec viajó a los "nuevos mundos" y arraigó en América y Australia, destacando los vinos monovarietales producidos en Argentina, Chile y California, aunque para un buen número de catadores el mejor Malbec es el argentino, y más concretamente, el de Mendoza -también se hacen buenos malbec en Salta y Patagonia-, así que aprovechando la participación en el Congreso de la Asociación Internacional de Hispanitas, celebrado en Buenos Aires, al terminar, fuimos un par de días a Mendoza.
Hugo Molina, sumiller de Las Nazarenas -fantástico asador bonaerense, al que fuimos por indicación de Carmen Romero, y del que ya hablaremos- nos recomendó que visitáramos la bodega La Rural, así que allí nos dirigimos el primer día.
Fundada por Felipe Rutini en 1885, produce unos vinos de calidad contrastada y que gozan de gran predicamento entre los mendocinos y argentinos en general (por ejemplo, cenando en Iguazú nos recomendaron un vino "de Rutini"), y se exportan a Estados Unidos, Japón, China..., aunque no son muy conocidos en España. Presume, con razón, de unir modernidad técnica y respeto a la tradición, lo que se refleja en la bodega y en sus vinos.
La bodega, que reúne viñedos y la planta de producción, conserva todo un museo, al aire libre y en una atiborrada sala, con útiles guardados desde la fundación de la empresa. Impresiona ver el emparrado con los Andes, con nieve permanente, al fondo...
o el viejo lagar de cuero, a pocos metros de modernas instalaciones
Entre sus vinos malbec -tiene también blancos, rosados y tintos cabernet-sauvignon, merlot y syrah-, destacan la gama de los San Felipe, sobre todo el San Felipe roble, la de Cruz Alta y el gran Felipe Rutini.
El segundo día, entre varias posibilidades, nos decantamos, entre otras bodegas decimonónicas, por una fundada por un malagueño de El Algarrobo: Bodegas López.
José López Rivas llegó a Argentina en 1886 y trece años después fundó en Mendoza su bodega. Conocido, pese a su origen andaluz, como "El Vasquito", esta fue la primera marca que le dio fama, a la que han seguido otras muchas de gran aceptación en Argentina, donde la bodega venda casi el 70% de su producción, exportando el resto a Estados Unidos, Japón y China, principalmente.
Bodegas López cuida también la tradición y cuenta con unas instalaciones muy modernas.
Reúne igualmente una buena colección de piezas históricas que se pueden ver en el recorrido por las instalaciones bodegueras y en un pequeño, pero rico, museo familiar.
Entre sus malbec -como otras bodegas, produce también merlot, cabernet-sauvignon, etc.-, destacan Casona López, Xero y el popular López. Pero en este caso merece la pena señalar el Montchenot 100 años, preparado con merlot, cabernet-sauvignon y malbec, y han elaborado un "Jerez 2010", con uvas palomino y Pedro Ximénez, que no está mal.
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