"Lo
único libre son los precios. En nuestras tierras, Adam Smith necesita a
Mussolini. Libertad de inversiones, libertad de precios, libertad de
cambios: cuanto más libres andan los negocios, más presa está la gente.
La prosperidad de pocos maldice a todos los demás. ¿Quién conoce una
riqueza que sea inocente? En tiempos de crisis, ¿no se vuelven
conservadores los liberales, y fascistas los conservadores? ¿Al servicio
de quiénes cumplen su tarea los asesinos de personas y países?"
El párrafo anterior lo tomo de un libro de Eduardo Galeano, Días y noches de amor y de guerra (Alianza, ed. 2012, pág. 181), y lo copio por encontrarle plena actualidad, a pesar de que el autor lo fecha en 1976 y se publicó por primera vez, creo, en 1978.
Confieso que no he leído muchas cosas de Galeano, poco más que el imprescindible Las venas abiertas de América latina y algunos artículos y textos breves. Pero creo que Dias y noches de amor y de guerra, que Carmen RS le ha regalado a Marieta RC, es una lectura necesaria para todos, para pensar en lo que pasó hace poco más de cuatro décadas en América Latina y en lo que estamos pasando ahora en la Europa del sur y en España.
¿En manos de quienes estamos? ¿Para quién gobiernan los que deberían cuidar de nuestros intereses? ¿Quién se beneficia del desmantelamiento de las conquistas sociales logradas con el esfuerzo de los trabajadores?
Susan George ha recordado una frase terriblemente significativa de Warren Buffet, al parecer, la tercera fortuna del mundo: "Hay una
guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está
haciendo la guerra, y la estamos ganando".
Los demás, nosotros, la estamos perdiendo..., de momento.
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