Cádiz en 1812, el beato Diego José y el Consorcio

Entre las páginas más sorprendentes e insólitas del folleto 1812. Un paseo por el Cádiz de la Pepa, editado por el Consorcio para el Bicentenario de 1812 está la 29 que, con la excusa de citar la calle Bendición de Dios, está dedicada al Beato Diego José de Cádiz, y dice:

"La Iglesia de Beato Diego está construida sobre la casa del religioso capuchino que le dio nombre. Un fraile que, con la expansión de la Ilustración francesa, radicalizó su sermón desde la sublimación espiritual hacia la reacción política más agresiva. Entre la España tradicional que se derrumbaba y la España revolucionaria que se vislumbraba, Fray Diego José se puso al servicio de la fe y de la patria para plantar batalla a las ideas ilustradas y a sus propagadores. Fue beatificado en el 1894 por el Papa León XIII".

Sorprende por que se incluye en un paseo por el Cádiz doceañista un edificio de fines de 1910, dedicada a un personaje que murió en 1801.

Por si fuera poco, incluir al Beato en una publicación dedicada a resaltar el entorno de la Constitución gaditana, es insólito, pues el padre Diego José de Cádiz destacó por su odio a las doctrinas ilustradas y a la labor científica, consideraba que pecaban los que asistían a las comedias, a la ópera, o a los bailes, los que sin ser noble llevaban capas de grana o las mujeres que usaban mantillas claras o transparentes, incluso los que leían..., es decir, todo aquello que caracterizó al Cádiz ilustrado. El beato anunció la venganza divina sobre los hombres por haberse dejado corromper por la filosofía del que calificó como “siglo maldito, siglo perverso, siglo del error”, refiriéndose al siglo XVIII, el que puso las bases culturales e ideológicas que propiciaron la Constitución de 1812. 

Vamos, que ni con calzador se justifica la paginita dedicada al Beato.