De Manuel Azaña, del que hoy se cumplen 80 años de su muerte, se repiten muchas frases y partes de sus discursos. Pero de entre sus textos, siempre he destacado -y sé que no soy el único- su conferencia "El problema español", que impartió en Alcalá de Henares en febrero de 1911. Y muchas veces he repetido en clase, por su vigencia, este párrafo, que resumo en lo que me parece esencial:
"Nos horroriza el pasado, nos avergüenza el presente, no queremos ni podemos perder la esperanza en el porvenir (...) De ahí nuestro propósito y el empeño vivo de esta noche, de correr en misión la tierra española queriendo persuadir a nuestros conciudadanos de que hay una patria que redimir y rehacer por la cultura, por la justicia y por la libertad".
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