Las obras de adaptación del mareógrafo del malecón del castillo de San Sebastián, para convertirlo en una capilla, avanzan a buen ritmo, con dinero público.
Sigo sin entender que el ayuntamiento de Cádiz utilice fondos del Plan Invierte 2016, patrocinado por la Diputación de Cádiz, para un proyecto privado de fines religiosos.
Digan lo que digan, aunque lo justifiquen con lo del Tricentenario de la llegada a Cádiz de la Casa de Contratación, se está financiando con dinero público, en un estado aconfesional, un proyecto privado de carácter confesional, religioso, una capilla a una virgen.
Que no se olvide que el proyecto original, del que la transformación del mareógrafo solo es el primer paso, es la propuesta confesional, y privada, de transformar catorce garitas y escaragüitas, en capillas. No sé qué piensan en el ayuntamiento al respecto, pero después de lo de la medalla, quizás crean que es asunto de "dignidad popular", que diría Pablo Iglesias Turrión.
Repito lo que ya dije, ¿dónde queda el laicismo de este gobierno municipal?
2 comentarios:
Como en Cádiz no hay iglesias ni conventos (algunos como el de Santa María cerrado, el Carmen en el mismo camino...) Como en Cádiz el santoral no está suficientemente representado en su callejero -algo que resulta chocante a muchos visitantes y turistas- Como en Cádiz no se ve una procesión nada más que en Semana Santa... surge la pregunta:
¿No habrá vuelto la fiebre de los Records Guinness que inspiró la programación "cultural en las dos décadas anteriores?
Todas recordamos el "Ramón" de flores ante la catedral, el record de barbacoas, el de veleros en 2002...¡A por otro Guinness! este de capillas y "capillitas", que las garitas es para lo que dan.
fuera de una vez este alcalde. a reunir firmas y denunciarlo por prevaricador. lo de la medalla lo fue, prevaricacion, y quien lo dude que lea detenidamente la ley.
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