El talante y estilo de IU, en la negociación con el PSOE para formar gobierno, es el adecuado: se negocia en base a los programas de los partidos y se establecen líneas prioritarias en beneficio de los ciudadanos. Hay, en este sentido, mucha diferencia entre IU y Podemos, puesto que los segundos lo primero que anunciaron es que puestos en el gobierno quería, además de poner una condición -el referéndum catalán- imposible de aceptar para el PSOE.
Siendo este el camino -negociar con el programa en la mano-, creo que si cuaja un gobierno de izquierdas, deberían comprometerse, también, a una legislatura corta. Hay que acometer varias reformas, varias regeneraciones del panorama político, que no precisan el acuerdo del PP: una reforma laboral, que anule la peperiana, la derogación inmediata de la ley mordaza, la derogación de la LOMCE, estableciendo un gran pacto sobre la educación, medidas de emergencia social, lucha contra la corrupción, la regeneración democrática..., y convocar elecciones en un par de años, para que los ciudadanos puedan votar un nuevo gobierno más sólido.
Pensar en una reforma de la Constitución, o de la ley electoral, parece utópico, puesto que no se lograría sin el voto del PP. Pero para el resto de las reformas esenciales, que implican una regeneración democrática, bastaría con la mayoría simple en el Congreso, puesto que el más que previsible veto del PP en el Senado, se puede superar en la segunda votación en el Congreso.
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