Son un ejemplo de cómo el PP blindó sus intereses facciosos en los centros de influencia de poder y de rentas económicas en la ciudad, y de cómo el nuevo alcalde debe negociar para lograr cambiar las cosas.
La composición directiva de las empresas municipales parece blindada, pero hay una forma de cambiarlas: el pleno municipal, donde, de momento, José María González no tiene mayoría. Teófila Martínez la tenía, por eso enrocó a los suyos, pero para poder cambiar las cosas, para dar jaque mate al sistema anterior, no basta el discurso supuestamente izquierdista, no vale el populismo, hay que actuar, hay que lograr un apoyo mayoritario y contundente.
Como sabe José María González, hay que golpear con puño de acero, pero hay que gobernar con guante de seda. Ya lo comentamos en su día.
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