Artículo de Juan Paz y Miño, director por la PUCE de la Catedra Cádiz-Quito 1812, sobre su participación, esta semana, en la UCA.
La Constitución de Quito en la historia
EL TELÉGRAFO - Primer Diario Público
Ecuador, lunes 6 de abril de 2015
Juan J. Paz y Miño Cepeda
Los procesos de independencia en América Latina tuvieron como causa esencial la necesidad de acabar con el sistema colonial; pero desde fines del siglo XVIII se acumularon una serie de motivos, hasta que sirvió, como causa coyuntural, la invasión al reino de España y de Portugal por Napoleón (1808), el ‘tirano de Europa’.
El proceso independentista arrancó en Haití, donde los esclavos negros y los mulatos desarrollaron una lucha popular que conquistó la ansiada libertad en 1804. Pero a raíz de la invasión napoleónica, estallaron revoluciones en distintos lugares de la Hispanoamérica colonial. En Quito, en la Navidad de 1808, ya se reunió un grupo de patriotas con el propósito de confabular contra la autoridad realista de la Audiencia, aunque el movimiento solo tuvo éxito el 10 de agosto de 1809, cuando se instaló una Junta Suprema de Gobierno, con la que se inició el proceso de la independencia de lo que actualmente es Ecuador. Ese año también hubo revoluciones en Chuquisaca y en La Paz, que antecedieron a la de Quito. En 1810 estallaron las revoluciones en México (el proceso movilizó campesinos e indígenas), Caracas, Bogotá, Buenos Aires y Santiago de Chile, capitales importantes en la América española. También (exceptuando México) se establecieron las primeras Juntas de gobierno autónomas.
Las primeras Juntas latinoamericanas fueron ‘fidelistas’, es decir, proclamaron fidelidad al rey Fernando VII, quien había sido destronado y apresado por Napoleón. Esto ha provocado que algunos ensayistas traten de crear dudas sobre las intenciones abiertamente independentistas en la América Latina de aquellos tiempos, sin advertir las complejas y hasta contradictorias posiciones que asumieron los autonomistas, entre quienes los radicales independentistas todavía no tenían el peso hegemónico. Pero la situación cambió en cuestión de meses: Quito se volvió independentista a raíz de la masacre de sus patriotas criollos ocurrida el 2 de agosto de 1810. Y en 1811, Caracas fue pionera en proclamar su plena independencia, reunir un Congreso y dictar, el 21 de diciembre, su primera Constitución, que establecía un régimen claramente republicano y federal.
En Quito, el Congreso de Diputados se reunió en diciembre de 1811, el día 11 proclamó la independencia frente al Consejo de la Regencia español y el 15 de febrero de 1812 aprobó el ‘Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre las Provincias que forman el Estado de Quito’, que fue, en definitiva, la primera Constitución en la historia ecuatoriana, que creó el ‘Estado de Quito’, con ejecutivo, legislativo, poder judicial y falange o milicia propia, estableciendo así un régimen republicano, autónomo y libre, al que en nada alteraba la sui géneris proclama de fidelidad al rey que todavía mantuvo uno de sus artículos.
Para examinar estos interesantes procesos, en esta semana se realiza en Cádiz, España, un coloquio sobre las primeras Constituciones hispanoamericanas. Presentaremos a la de Quito como otra de las pioneras Constituciones de nuestra América Latina.
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