En esta ocasión un twitter de Charo Ramos me puso en guardia, pues recomendaba probar un sobao -siempre me gustaron los sobaos-, con ibéricos y no recordaba qué más, así que ayer fuimos a visitar a Leo.
Pedimos tres cosas, en primer lugar, caballa marinada, con remolacha ahumada y uva encurtida
Un fantástico contraste de sabores, en la que, aparte de la siempre bien tratada caballa, sorprenden el ahumado de la remolacha y el punto de la uva encurtida.
En segundo lugar, la galleta Caleta, le reinterpretación de Leo de una tortilla de camarones, sin encajes, con más masa, que nos recordaron a las célebres tortillas de Las Banderas.
Y, finalmente, el sobao pasiego. Sobre la base de un sobao enterito, huevo escalfado, lámina de ibéricos y cebolla caramelizada.
Sin palabras, sencillamente, espectacular.
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