Me regaló el libro de José Rodríguez Plocia un antiguo alumno del Aula de Mayores, convertido, en el transcurso del curso, en amigo.
Comencé a leer la historia -las historias- del bizco Durán, y fui incapaz de dejar el libro hasta que lo terminé. El momento de su lectura -y el de su relectura posterior- lo considero uno de los mejores momentos que he pasado. Agudeza, ingenio, perspicacia y valoración de la existencia, se conjugan en un libro hilarante, que me proporcionó un rato memorable. Posteriormente traté a Rodríguez Plocia y todavía no le he agradecido suficiente el buen rato que me hizo pasar.
Me alegro que Quorum Editores haya decidido reeditar el libro, y recomiendo vivamente su lectura.
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