En el momento de máxima prosperidad del Gadir fenicio, como símbolo de
poder y guarda del mar, se construyó una torre-faro que culminaba con
una formidable estatua de Hércules labrada en bronce y recubierta de una
fina capa de oro; torre-faro y estatua se convirtieron en el símbolo de
la ciudad y de su riqueza. Durante siglos, se consideró que mientras la
torre-faro y la estatua se mantuvieran erguidas, Cádiz sería una ciudad
próspera y que, por el contrario, su destrucción significaría la
decadencia de la ciudad. Así se mantuvo la torre de Hércules, hasta que
hacia el año 1145 el emir almorávide Ben Maimun se apoderó de Cádiz.
Enterado de los rumores que decían que bajo la estatua se escondían
formidables tesoros, ordenó derribar la torre. El maleficio se cumplió:
Maimun murió de forma violenta y Cádiz comenzó una etapa de decadencia y
pobreza, mientras muchos habitantes abandonaron la ciudad.
Muchos años después, tras la terrible explosión de 1947 que
sembró de ruinas la ciudad, las autoridades locales planificaron la
recuperación sustentada en la cultura y el turismo, y decidieron
construir un edificio singular que representara la imagen de un nuevo
Cádiz. Así surgió en 1955 el Estadio Ramón de Carranza y, lo que es más
importante, se levantó una gran torre que recuperaría el carácter mágico
de la torre de Hércules, una torre de más de 30 metros, que era al
tiempo un depósito de agua, uno de los cuatro elementos básicos, pero
esencial, dado el carácter purificador del agua, ya que, en tanto que
favorece la fertilidad de la tierra, es un símbolo de prosperidad. La
Torre de Preferencia se convirtió en una seña de identidad de Cádiz,
incluso de la virilidad de los gaditanos, que recitan esos versos, de
autor reconocido, pero ya patrimonio del pueblo que dicen "ni tengo
cultura, ni tengo presencia/ pero tengo un nabo como la torre de
preferencia".
Con motivo de construir el nuevo estadio Carranza/Martínez, en
septiembre de 2003 comenzaron las operaciones de derribo de la Torre de
Preferencia. Caída la torre, volvió el maleficio. Desde el año 2004 el
Cádiz CF no levanta cabeza, la ciudad no deja de perder habitantes, la
población envejece, las industrias cierran y el paro aumenta. Pero,
conscientes las autoridades de la situación, en el 2012 se tomaron
medidas correctoras y se ha construido, no una torre, dos, Queco y
Queca, los nuevos símbolos de la prosperidad gaditana. ¡Al tiempo!
Publicado en Diario de Cádiz, 19 de enero de 201
3 comentarios:
Yendo al principio del artículo, creo recordar que alguien tuvo la idea de echar abajo el faro de La Caleta, disparate que finalmente no se llevó a cabo.
Respecto a Queco y Queca, la idea inicial creo que era erigir dos faros antorchas que pudieran avistarse desde el mar, pero que los recortes rebajaron el proyecto inicial. Así que me temo que los hados no nos permitirán aspirar más que a una prosperidad modesta.
Sí se llevó a cabo. En la guerra del 98, corrieron rumores de un ataque de EEUU y las autoridades pensaron que era mejor tirar el faro y sustituirlo por uno desmontable: el actual.
Y sí, es cierto, a Queco y Queca parece que los disminuyeron en casi 10 metros, por razones presupuestarias, no obstante, sus efectos mágicos ya se están notando: el ayuntamiento está recaudando más gracias a ellos. ¿O será por la subida de tasas?
Esperemos que nuestro futuro sea mayor que el de su achatadas torres actuales.
Publicar un comentario