Nunca se debió permitir que la entrada al aparcamiento subterráneo de Santa Bárbara ocupara toda la plaza de Rocío Jurado, o lo que es lo mismo, la entrada al parque Genovés y se la cargara, literalmente.
Pero hecho el daño, se debería intentar paliar la fea imagen que ofrece ese diseño de hormigón obligando a la concesionaria, de la que es partícipe el propio ayuntamiento, a mejorar la estética. Por ejemplo, poniendo una balaustrada semejante a la del paseo; o, al menos, una reja que permita una vista agradable del mar y la entrada de la bahía.
1 comentario:
A lo que dices, quiero añadir que me gustan esas farolas nuevas, pero en ese espacio, al remate de la vista del mar medio taponada, se une un estilizado corte de mangas luminoso. Se me ocurre que quizá en los sitios más despejados, el Ayuntamiento a largo plazo, esté pensando en privatizar las vistas.
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