Cuentan que avisaron, que apenas se sabían la letra, pero que era humor negro.
En las redes hay debate sobre los límites del humor, sobre el derecho a la libertad de expresión, sobre si en Carnaval vale todo, incluso hay quien señala a la prensa como responsable, arguyendo que buscan ese tipo de noticias...
Como cualquiera puede opinar, no voy a entrar a debatir sobre los límites del humor, pero si voy a hacer uso de mi libertad de expresión: la letra no es divertida, ni siquiera es humor negro, simplemente me parece de un pésimo gusto, demostrativa de falta de oportunidad, sensibilidad, empatía y humanidad, no solo del autor, de toda la agrupación que se prestó a cantarla.
Y, por supuesto, del público que no abucheó a los que la cantaron y abandonó el lugar de inmediato.
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