Como era habitual, en 1824 se publicó el correspondiente bando de Carnaval, un bando interesante, ya que es el primero que se publica tras un breve período de mayor libertad para la fiesta durante el Trienio Liberal.
Similar en su articulado a otros anteriores y posteriores, sin embargo, en este bando destaca el artículo 7º, dedicado a "las tabernas y puestos de licores", a los que recorta el horario para evitar reuniones que formaran escándalo.
En general, la normativa sobre tabernas, establecía el cierre de las mismas a partir de la 10 de la noche, entre noviembre y marzo, y a las 11 el resto del año, pero en Carnaval había cierta laxitud en el horario. El bando de 1824 ordenaba cerrar, los tres días de Carnaval y en Domingo de Piñata, "media hora después de las Oraciones", es decir, tras los últimos rezos del día según la Liturgia de Horas, que habitualmente se realizaban entre las 8 y las 9 de la tarde.
2 comentarios:
No le sería a usted más audaz y armonioso en su ciudadano blog? ocuparse del presente,donde se hace la historia,;que luego se convierten en cronicas, tesis doctorales y retorno al pasado, para iluminar el presente.Por ello pregunto: Dónde estarán los brocales de los de lo pozos, de la Casa del Almirate Barrios. Que hoy por cierto publica D de C?. Como si acaso le importara, como fue en el pasado: la ciudad de Cádiz. Para unos cuentas de resultado, para otros nóminas.Nada que merezca la pena en este baño de mediocridad casera y tabernaria.
Y me parece bien un bando civilizado hoy en día que limite los desmanes del carnaval. sin límite no hay civilización. solo negocio y. bienestar político. Pues la valentía de la lógica, es censura, represión y fascismo.
Le agradezco el comentario, aunque no termino de comprenderlo, pese al uso de tan sugestivo seudónimo.
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