Cuando el 1 de enero de 1820, Rafael del Riego se pronunció por la Constitución de Cádiz en Cabezas de San Juan, formaba parte de un plan que debía obligar a Fernando VII a jurar la Constitución de forma casi inmediata.
El plan del pronunciamiento preveía un triple movimiento de fuerzas a desarrollar en la provincia gaditana, que debería concluir, en pocos días, con la toma de la ciudad de Cádiz, como símbolo de la restauración constitucionalista. Por una parte, Rafael del Riego, desde Las Cabezas de San Juan, con el batallón de Asturias y con el de Sevilla desde Villamartín, marcharía sobre Arcos, donde estaba el Capitán General, Conde de Calderón, para detenerlo. Por otra, Antonio Quiroga, con tropas acantonadas en Alcalá de los Gazules –donde Quiroga estaba detenido desde los sucesos del Palmar, en julio de 1819-, a las que se sumarían las que estaban en Medina Sidonia, tenía que marchar hacia San Fernando para prender al Capitán General Cisneros, y después continuar hacia Cádiz. Por último, López Baños, debía quedar en expectativa con las tropas del interior. Los tres ejércitos deberían converger finalmente en Cádiz apoderándose de la ciudad y provocar el juramento real.
Pero los acontecimientos no se produjeron como estaba planeado. Mientras que Rafael del Riego inició la salida de Cabezas de San Juan en medio de un fuerte aguacero, cumpliendo con la parte que le correspondía, Quiroga se retrasó en la ejecución del plan, dubitativo sobre el seguimiento de la tropa, hasta que, conociendo el éxito de Riego en Arcos, se puso en marcha hacia San Fernando.
El 3 de enero Quiroga llegó a San Fernando y se apoderó de La Carraca, pero no se decidió a marchar de inmediato hacia Cádiz, como estaba previsto, dando tiempo a Alonso Rodríguez Valdés a organizar la resistencia de la ciudad, enviando a la fortaleza de La Cortadura a Luis Fernández de Córdova, que, en la madrugada del día 4, con poco más de medio centenar de hombres, resistió un tímido intento de aproximación del regimiento de la Corona, que formaba parte del ejército de Quiroga.
Mientras que Quiroga fracasaba en el intento de entrar en Cádiz, Riego seguía ejecutando la parte que le correspondía del plan, llegando a El Puerto de Santa María el día 5 de enero. Ese mismo día, en Cádiz, se produce la fuga del castillo de San Sebastián de un grupo de oficiales detenidos en los sucesos de El Palmar, para unirse a Riego. Y mientras eso ocurría, tras el fracaso de Quiroga en Cádiz, Nicolás Santiago Rotalde, coronel de la guarnición gaditana, intentó un levantamiento constitucionalista en la ciudad, que fracasó al día siguiente, 6 de enero.
El doble fracaso en Cádiz, el de Quiroga de tomar la ciudad y el del levantamiento constitucionalista de Rotalde, obligaron a Riego a tratar de resistir, esperando una reacción en favor de la Constitución, iniciando una larga marcha por Andalucía y Extremadura, que, iniciada en El Puerto de Santa María con unos 1.500 soldados, acabó en Bienvenida, a principios de marzo, con poco más de 300. Mientras tanto, Quiroga resistía en La Carraca y San Fernando.
Por fin, a principios de marzo de 1820, un pronunciamiento en La Coruña, provocó una reacción en cadena que obligó a Frenando VII a jurar la Constitución el 8 de marzo de 1820.
Pero en Cádiz, los acontecimientos no terminaron ahí, como veremos próximamente.
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