En la entrada de la calle Veedor, por la plaza de San Antonio, han colocado un amplio badén, para igualar la altura de la plaza con la nueva obra de Veedor, que es un verdadero peligro.
Los coches que circulan desde Buenos Aires, o salen del aparcamiento subterráneo, tras doblar la esquina, se encuentran de golpe con una cortísima y alta rampa, que les sorprende, pues no tiene señal, ni pintura alguna, que sirva de aviso.
Pero casi peor es que a los pocos metros, está la rampa de bajada, tan corta y alta como la anterior, también sin señalizar, que ha provocado que más de un vehículo roce por debajo con los adoquines.
Lo dicho, muy peligroso.
1 comentario:
Deberían marcarse los dos badenes, claro, al menos provisionalmente, ya que lo suyo es continuar la obra para hacer toda la plaza de San Antonio de plataforma única, pues los bordillos son muy altos y con amplias llagas descarnadas en las que es fácil "perder pie".
La actual situación puede estropear los bajos de los coches. Es una posibilidad.
Lo que es una certeza es la cantidad de caídas que se producen entre las personas (desgraciadamente doy fe y podría aportar parte médico) que caminamos por allí, entre otras las que visitan o acompañan a los ancianos en silla de ruedas de la residencia de esta plaza y los que acuden al hogar de la calle Zaragoza.
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