No les falta razón, a los de El Lucero del Muelle, al pedir un paso de peatones en la esquina de Lázaro Dou con la plaza de Sevilla. Es una esquina peligrosa. Hay mucha gente que bajando la cuesta de Las Calesas, por inercia, o por necesidad, para dirigirse a la parcela de los edificios Trocadero y El Fénix, cruzan una calle que, por ser el único enlace en la plaza de Sevilla hacia San Juan de Dios y Canalejas (perdón, avenida 4 de diciembre de 1977), cuando se abre el semáforo que está junto a la fuente, coches y motos circulan por ella con cierta velocidad. Más de un peatón e ha llevado un susto. ¡Doy fe!
Sin ese paso de peatones, los viandantes deben llegar prácticamente hasta San Juan de Dios para encontrar un lugar de paso regulado y tranquilo.
Por la seguridad de los que caminan, ahora que se tiende a la peatonalización del caco antiguo, ¡que pongan un paso de peatones en la esquina de Lázaro Dou y la plaza de Sevilla!
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