En las calles de Münster, Alemania, no es difícil encontrarse con recuerdos a familiares y vecinos víctimas del nazismo, sencillos recordatorios, entre los adoquines de las calles.
La primera imagen nos recuerda supuestamente a un padre y una hija (33 años de diferencia) deportados de Alemania al gueto de Varsovia, convertido en un campo de concentración urbano, donde murieron miles de judíos. Y las dos fotos nos hacen pensar en lo poco que cuesta encontrar y mostrar un lugar para recordar a aquellos que debieron morir de otra manera y que hace años se les recuerda. No ocurre sólo en Alemania y, aunque las circunstancias son distintas, en algunos lugares de los Estados Unidos, dedican lugares dignísimos a recordar a sus muertos durante la guerra. Mientra tanto, en España, no. Aquí, en esto sí que somos diferentes.
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La primera imagen nos recuerda supuestamente a un padre y una hija (33 años de diferencia) deportados de Alemania al gueto de Varsovia, convertido en un campo de concentración urbano, donde murieron miles de judíos. Y las dos fotos nos hacen pensar en lo poco que cuesta encontrar y mostrar un lugar para recordar a aquellos que debieron morir de otra manera y que hace años se les recuerda. No ocurre sólo en Alemania y, aunque las circunstancias son distintas, en algunos lugares de los Estados Unidos, dedican lugares dignísimos a recordar a sus muertos durante la guerra. Mientra tanto, en España, no. Aquí, en esto sí que somos diferentes.
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