Que en el año 2015 el BOE publique una Resolución, sobre la enseñanza de religión Católica, en la que se diga que el alumno "Reconoce con asombro y se esfuerza por comprender el origen divino del cosmos y distingue que no proviene del caos o el azar", es un anacronismo, acientífico, que nos retrotrae unos 500 años, impropio de un ministerio de Educación del siglo XXI.
Debo la noticia, y la imagen, a Eduardo Fernán-López Malatesta
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