La base del plato fueron unos carabineros que hicimos al aceite de oliva en el horno. El caldo que quedó en la bandeja lo guardamos en un bote, de manera que ya teníamos lo que los finos llaman un fumé o fumet de marisco, eso sí, muy básico.
La preparación, sencilla. Un par de cabezas de ajo refritas en aceite de oliva, le añadimos el arroz y lo rehogamos, añadimos el caldo de los carabineros y un toque de manzanilla de Sanlúcar. Cuando faltan unos tres o cuatro minutos para el punto del arroz, le añadimos unas gambas de buen tamaño y las almejas, también grandecitas y sin la concha, de manera que ni las almejas, ni las gambas se hagan mucho. Cubres el arroz con papel de estraza para que repose y a servir. El resultado ha sido muy bueno.
2 comentarios:
Para chuparse los dedos.
A ver si te dejas caer algún día, siquiera con una tartera. Yo, aunque no lo cuento mucho, me estoy especializando en las variedades de judías que en España son. Y me quedan tantas por hacer...
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