Es una pena que hayan manchado la estatua de Conchita Aranda en el barrio de Santa María. Esperemos que pronto la limpien y aprendan a respetarla, pues durante muchos años paseó el arte flamenco surgido en Cádiz por cientos de escenarios, junto con Bendito, su esposo.
Y de paso, a ver si adecentan un poco el entorno.
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