Es lamentable tener que reconocerlo pero, sin dudas, uno de los artículos de la Constitución Española de 1978 que más se incumple es el 14, el que dice que “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Y más lamentable aún es comprobar que muchos jóvenes españoles “comprenden” la discriminación por razón de sexo. Es lo que se puede deducir del estudio elaborado por la Federación de Mujeres Progresistas con motivo de la conmemoración ayer, cuando escribía esto, del Día Internacional por la Erradicación de la Violencia de Género.
Según el informe presentado el 80% de los jóvenes de entre 14 y 18 años piensan que en una relación de pareja, la chica debe ser complaciente con el chico, que asume el papel protector sobre la chica, una idea que predomina más en los varones, pero que las mujeres aceptan. Y, en ese contexto de adopción de un papel dominante por los chicos, más del 60% de los encuestados considera que una mujer se realiza cuando tiene novio, lo que no es sino una perpetuación del estereotipo de la solterona amargada. Y, aunque se va extendiendo cierto rechazo a una completa sumisión, muchas ideas machistas, de predominio y fortaleza del varón, siguen vigentes de forma preocupante. Así la imagen del chico valiente, fuerte y agresivo, frente a la chica tierna y comprensiva, imágenes convertidas en valores que, en demasiadas ocasiones, propician la creencia de que un arranque de mal genio masculino es natural y que su pareja debe entenderlo. De ahí a la violencia física y psicológica en la pareja sólo hay un paso.
Otro de los resultados preocupantes del estudio es el que se refiere a cómo entienden los jóvenes la igualdad de género. Como señalan desde la FMP, muchos chicos y chicas tienen una concepción muy superficial y falsa de la igualdad, que a veces se reduce a apariencias externas, como compartir espacios y lugares, beber alcohol en la misma medida o mantener relaciones sexuales sin las limitaciones de otras épocas, una idea que comparten muchas veces personas de su entorno, principalmente la familia.
Por eso es fundamental seguir profundizando en la coeducación, que no consiste simplemente, como equivocadamente piensan muchas personas, en que los chicos y las chicas compartan un aula. Es mucho más, es enseñarles a respetarse y a no discriminar por ningún motivo. En este sentido Fernando Gálligo, autor del libro Mi chico me pega pero yo le quiero, insiste en que, para solucionar los problemas de género, es necesario desarrollar y potenciar una adecuada educación, en primer lugar en el ámbito familiar y desde la infancia, y después en la escuela y en los institutos, como fórmula para evitar problemas posteriores y lograr una juventud solidaria y respetuosa con los demás.Publicado en Diario de Cádiz, 26 de noviembre de 2011
6 comentarios:
Bueno, Alberto, parece que mis comentarios están malhadados....¿Tampoco recibiste otro en este post?
Este que he publicado es el primero, Selva.
Pecaré de estúpido, y a pesar de ello, me atrevo:
Si al escribir sus comentarios, esta señora, Selva, tiene su blog o correo PuntoGmail abierto, No tendrá problemas en la publicaicón de los comentarios. Si no está en esta situación, el blogger, suele fallar como escopeta de feria, al introducir sus datos y le dará el error #404.
Fueraparte:
Lo único que tenía de bueno la escolarización que los de nuestra edad tuvimos, fue la educación recibida en las escuelas; complementaria de la fundamental, recibida en casa por nuestros progenitores. En la sociedad actual, donde suponemos que estos, están preparados para ello y consecuentemente educados, no es tan vital, aunque no es superflua, y la responsabilidad debería ser familiar. Concluyendo en que sin educación nunca se progresará, por más que le pese al Pocero o al Sandokán.
Mire Mariano del Río, soy una pobre analfabeta tecnológica..entro por google y no suelo tener problemas....Y no tengo PuntoGamil ¿pasa algo?
Selva, Mariano no ha tenido ninguna mala intención. Es buena gente.
Gracias Alberto por el quite. Ignoraba el mal humor de esta señora. Me ha recordado a los sirocos que trinca de vez en cuando la alcalda saliendo por Torregorda cuando en realidad su intención era quedarse en casa.
Ira furor brevis est.
Publicar un comentario