Me entero muy lejos de la muerte de mi buen amigo Juan Quirós.
Nos conocimos en el mismo lugar en el que me despedí de él, el domingo pasado, en el Veedor. Me preguntó, ¿cuando vuelves? y quedamos para vernos el próximo sábado.
Juan era una buena persona, con un toque de cascarrabias, pero sencillo, generoso y afable. Algo tímido, era, sin embargo, desprendido, con un afán constante de que los demás se sintieran cómodos en su compañía y, si podía ayudar a alguien, no dudaba en gestionar lo que estuviera al alcance de su mano. Hombre de hábitos regulares, le gustaba la tertulia, estar con sus amigos y verse rodeado de sus hijos y nietos.
Se ha ido mi socio de los jueves, el compañero de la barra del Veedor, pero su recuerdo permanecerá entre los que apreciábamos su bonhomía
La foto se la hice en el Veedor en el 2003.
1 comentario:
Cada vez que leo algo sobre mi suegro me provoca una enorme tristeza y a la vez un gran orgullo por las numerosas muestras de cariño que estamos recibiendo de todo el mundo.Allí donde estés, nosotras, tus nueras también te echamos de menos.Hasta siempre, abuelo Juan Quiros, como te llamaba tu nieto y te seguirá llamando.
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