Como cada campaña electoral, un amplio sector de la jerarquía eclesiástica trata de influir en el voto ciudadano, y para ello no se anda con chiquitas, presiona, coacciona a los creyentes sin remilgos. No cambian, ya lo hacían en el siglo XIX y, de muestra, esta viñeta procedente de una caja de cerillas.
5 comentarios:
Desvincular al clero del poder es un vano intento. Se sustenta de él y en el instante en que se desligue, dejará de ser eclesiástico. Para mantenerse hará lo necesario para potenciar al poder que lo sustente y si este es la derecha conservadora, no dudará en hacer campaña a favor de ella. Lleva 2.000 años, tiene experiencia.
Lo que me sorprende es el empeño en llamar la atención, sabiendo, por su experiencia, que, pese a hablar del espíritu, son como LA MATERIA QUE NO SE CREA NI SE DESTRUYE, SÓLO SE TRANSFORMA
Bueno, si habla desde el púlpito habla para los creyentes, pero cada cual es libre de decidir. También desde los sindicatos se pretende dirigir el voto en contra de un partido y no por eso se les tacha de nada.
Claro que unso tienden a la derecha y los otros a la izquierda y eso, mientras no se esté en el centro, siempre se verá como extremismo por los unos y los otros.
Y luego hay otra cosa la Iglesia es un club privado, lo que diga solo afecta a sus miembros, y lo que se comente -mientras no sea dogma de fe-no hay que seguirlo a pies juntillas.
Efectiva y curiosamente se adhieren a las leyes físicas que durante tanto tiempo demonizaron.
Fornell, si has leído otras entradas verás que tampoco me gusta que los sindicatos, que mi sindicato, se posicione. No obstante la diferencia está en que la Iglesia -cualquier iglesia- coacciona a sus fieles, ya sea con el paraiso o con el infierno. Hay creyentes del PSOE, incluso de IU, a los que las invectivas de la Iglesia Católica los descoloca.
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