Generales cuanto antes

            Las del pasado domingo han sido las elecciones municipales de menor perfil local en la historia de la democracia española. Es la conclusión más común que se puede leer en la casi totalidad de los artículos de analistas de la política nacional, y es el comentario generalizado entre los militantes y dirigentes de los partidos políticos. El día 22 pesó más en el electorado la situación económica y política española, que la problemática local. La contundente victoria del PP, el tremendo revolcón que se ha llevado el PSOE, se interpreta como el castigo de los ciudadanos al partido socialista por la que consideran mala gestión de la crisis. Es cierto, como decían hace días destacados militantes socialistas, que el PP ha hecho una buena labor de zapa centrando la culpabilidad de una crisis internacional en Rodríguez Zapatero –forma parte de su trabajo de desgaste-, pero también es cierto que la crisis se ha gestionado deficientemente, negándola al principio, “suavizándola” después, dando recursos financieros a quienes parecen ser los verdaderos responsables, hasta que la evidencia ha sido absoluta: aumento del paro, cierres de empresas, etc. Todo ello unido a una serie de errores propios en la precampaña y en la campaña, entre los que destacan las disputas públicas por las listas, de las que son paradigma los casos de Jerez y Algeciras, interpretados por la ciudadanía como la primacía de los intereses del partido sobre los generales y locales.

Todo ello, y sobre todo, el cansancio de una juventud desesperanzada ante un futuro que no se atisba, ha provocado una corriente de indignación que se ha traducido en el movimiento "Democracia Real ya" –una corriente de opinión fuerte que hay que seguir con atención para ver cómo se desarrollan y se ponen en práctica sus ideas– y en las concentraciones de jóvenes y menos jóvenes en muchas plazas del país. El rechazo a la política socialista se constata en el aumento del voto en blanco y nulo, y la opción por otras fuerzas políticas, entre las que destaca una gran mayoría que ha optado por apoyar el incontestable triunfo del PP, mientras que otros han reconducido el voto de izquierda hacia IU.

Si el resultado electoral se puede interpretar como un rechazo a la política del actual gobierno –el propio Mariano Rajoy así lo ha dicho en el Congreso de los Diputados-, parece lógico que Rodríguez Zapatero despeje el camino para que entre otro gobierno, sin dudas el PP, y que esto ocurra cuanto antes. Se hace necesario el cierre del actual período legislativo y el adelanto de las elecciones, que los ciudadanos elijan a un nuevo gobierno y que éste gestione la crisis, busque soluciones al problema del paro y abra nuevas expectativas a los indignados y desesperanzados.
Publicado en Diario de Cádiz, 28 de mayo de 2011