Comunicado de Ganar Cádiz en Común, sobre el convenio Ayuntamiento-UCA

La Asamblea de Ganar Cádiz en Común se reunió este lunes 29 de enero y en su orden del día recogía el recientemente conocido borrador de convenio entre el Ayuntamiento y la UCA para, entre otros temas, la cesión del edificio Reina Sofía al Rectorado.

           

En primer lugar, las personas que forman Ganar Cádiz compartieron la queja por la tardanza en conocer el borrador, justo después de que se hiciera público y la falta de comunicación con sus concejales, la delegada de Cultura, Eva Tubío y de Urbanismo, Martín Vila. Desde el Grupo Municipal se explica que “hace dos semanas planteamos en la reunión conjunta de Equipo de Gobierno que se creara una comisión para trabajar conjuntamente el posible convenio y se hizo caso omiso”. En este sentido añaden que “conocíamos la intención de la UCA al respecto, sabíamos que se estaba valorando el asunto, desde hace un año y medio que la UCA hizo la propuesta, pero desconocíamos la concreción y el tema se ha precipitado”.

Seguidamente, la Asamblea no pudo entrar a fondo el contenido del mismo puesto que el documento habla de varios anexos que están por elaborar. En este sentido, la Asamblea acordó, en cuanto posea la documentación del borrador completa, trabajar junto a las personas que vienen colaborando en asuntos de Urbanismo y Cultura para ahondar más en el contenido, valorar su idoneidad y sobre todo, tratar de afinar las numerosas incógnitas que contiene y que deberán quedar perfectamente despejadas y recogidas al detalle para contar con su apoyo llegado el caso.

Por el momento, la postura y las dudas de Ganar Cádiz se concretan en:

-       Hay incógnitas que resolver para que el Convenio sea con buen término y resulte beneficioso, porque de convenios cargados con buenas intenciones truncadas está lleno el cajón.

-       Las valoraciones económicas están pendientes de que se confirmen definitivamente. En esta línea, si se decidiese adaptar el edificio de la C/Ancha 16 como espacio cultural, que albergue la Fundación Municipal de Cultura, hay que analizar cuánto costaría, incluyendo traslados y obras, y dotarlo en el presupuesto municipal de 2018. Y después de esto, cómo se gestionaría, qué servicios incluiría y qué personal sería necesario.

-       Tiene que garantizarse que el carácter museístico de Reina Sofía no se pierda. Hay que detallarlo y protegerlo. El Reina Sofía es un edificio de alto valor patrimonial  y con un carácter expositivo, que debe ser referencia turística. En esta línea sería esencial garantizar el espacio expositivo y la visita al público del propio palacio. Saber si se va a garantizar la apertura al público durante todo el día, quién va a encargarse de apertura  y cierre, seguridad y limpieza y del coste de dichos servicios. En todo caso, no es lógico que sea eminentemente un edificio de oficinas para el disfrute de unos pocos, los que trabajen allí.

-       Por otro lado, sería necesario trasladar a la Casa de Iberoamérica parte de las exposiciones que actualmente alberga el Reina Sofía, por lo que cabría iniciar también la liquidación de la empresa municipal Cádiz 2012, y por tanto ver cómo hacerlo y en qué plazos.

-       La cesión de uso de la Pérgola de Santa Bárbara debe quedar también recogida en el convenio. Se recoge en ese supuesto Plan Estratégico pero habrá que analizarlo y darle cabida en el documento.

-       Cuando se habla de cinturón universitario y cultural se obvia que ya lo es: La colaboración con la UCA en el ECCO, por ejemplo, es una realidad desde hace tiempo. Claro que hay defender la idea de extender el cordón universitario, pero sin menoscabo al cordón cultural ya que ambos no se restan, se suman y se complementan. La apertura de los espacios a la Universidad y la coordinación están siendo buenas y así seguirá siendo.

-       El Plan Director de Cultura no se ha tenido en consideración a la hora de elaborar la propuesta, nuestro interés siempre es planificar y programar no improvisar.

En definitiva, esta y otras cuestiones con las que nos han llevado a pararnos para recabar datos, detalles, y pensar para actuar correctamente en un tema tan complejo y delicado. O como mínimo para negociarlo bien y que no queden detalles sueltos que posteriormente impidan la puesta en marcha de todo lo recogido en el papel.