domingo, 31 de agosto de 2014

La misma cantinela

Parece increíble que, casi veinte años después, Teófila Martínez siga con la cantinela de que durante el gobierno municipal socialista no se hizo nada. Parece mentira que todavía, pese a lo publicado en prensa, recogido en las hemerotecas, investigado y editado en libros y catálogos cuya presentación ella misma ha presidido, siga diciendo que, por poner un solo ejemplo, cuando ella accedió a la alcaldía (1995), la rehabilitación del Palacio de Congresos apenas alcanzaban un 20%.
 La foto, del fondo de la UCA

La Fábrica de Tabacos pasó al Ayuntamiento a principios de 1989. Tras sopesar diversas posibilidades, en julio de 1990 se decidió acondicionar el edificio para Palacio de Congresos bajo la dirección de los arquitectos municipales. Las obras, ciertamente, no se ejecutaron según lo programado y se acumularon retrasos, no obstante el 28 de mayo de 1993 DIARIO DE CÁDIZ publicaba un reportaje firmado por Jesús de Sobrino -que fue concejal con Teófila Martínez en 1999- sobre las negociaciones para el ajuste de la financiación de las obras del Palacio, en el que de Sobrino destacaba las palabras del portavoz de la constructora, “Contelec”, sobre el estado de las obras, donde se afirmaba que “técnicamente... las obras han superado ya el ecuador... han quedado resueltas las tareas más complicadas”, para indicar que lo que quedaba por hacer era “la gran parte de las instalaciones, los revestimientos y la adecuación, mobiliario y decoración de los interiores”. Es decir, ya a mediados de 1993 -dos años antes de las elecciones que auparon a Martínez a la alcaldía- las obras habían superado con creces la el 50% de la rehabilitación.

Ese mismo día, 28 de mayo de 1993, una columna firmada por Pepe Monforte informaba que la aportación de la Junta de Andalucía superaría los 800 millones de pesetas. Faltaba aun financiación y para lograrla Carlos Díaz se dirigió a la UE, y en julio de 1994 se anunció que los fondos europeos cubrirían el 75%, unos 2.000 millones de pesetas, de la obra. En ese mismo año 94 se encargó el mobiliario a una empresa de la provincia, a otra los azulejos de los baños, etc. Por todo ello se puede afirmar que, a mediados de 1995, el Partido Popular se encontró el Palacio prácticamente acabado, y con la financiación resuelta: en septiembre de 1997 se publicó que la obra había costado unos 2.500 millones de pesetas, por lo que se puede concluir que con las aportaciones de la Junta (unos 800 millones) y de la UE (2.000 millones), la obra estaba pagada, aportaciones logradas bajo el mandato de Carlos Díaz. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Le tienen un odio visceral a Carlos Díaz...y a todo lo que huela a socialismo.